Apuntes

Welles y Sinatra, de copas por España

El centenario del actor y director de 'Ciudadano Kane¿ está dejando una notable cantidad de libros

JOSEP MARIA POU

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La celebración del centenario de Orson Welles está ocupando, en justa proporción a su físico y figura, mucho volumen en todos los medios. Tanto, que está dejando en la sombra a otros de menos kilos, quizás, pero de igual o más peso, si cabe. Me limito al mundo del espectáculo: 1915 fue una buena cosecha 2015 da para varios centenarios. Orson Welles, sí, pero también Frank Sinatra, Arthur Miller, Édith Piaff Ingrid Bergman, entre otros.

Los 100 años de Welles están dejando una notable cantidad de libros. Al ya citado en una columna anterior -Las cosas que hemos visto: Welles y Falstaff, de Esteve Riambau (Luces de Gálibo)- recomiendo sumar dos títulos que reúnen largas horas de charla con el genio: Mis almuerzos con Orson Welles, de Henry Jaglom (Anagrama), y Ciudadano Welles, de Peter Bogdanovich (Capitán Swing). Otro a no perderse es El universo de Orson Welles, lujoso tomo con artículos de varios autores (Notorious). Añádanle Mr. Arkadin (Anagrama) y tienen lectura asegurada hasta final de año.

Cumplidos con Welles, conviene dejar sitio para más celebraciones. Para escuchar con adicción la voz de Sinatra, por ejemplo. Es adictiva, doy fe. Llevo años sin conseguir desengancharme. Tampoco es que quiera, la verdad. No hago el menor intento: ni un día sin Sinatra. El Sinatra de Fly me to the moon, sí, pero sobre todo el de A man alone y el de It was a very good year.

No voy a decirles que mientras se escucha a Sinatra se puede leer de Sinatra, porque no. Escucharle es absorbente, sin espacio para más. Hay que quitar la música y entonces, sí, con el eco de esa voz todavía, empezar la lectura de, por ejemplo, Sinatra. Nunca volveré a ese maldito país, de Francisco Reyero (Fundación José Manuel Lara), recién publicado. Un libro que recoge sus andanzas -varias idas y venidas, algunas de trabajo, otras muy privadas- por España, «that fucking country», a su decir. Recomiendo completar su lectura con el libro de Marcos Ordóñez Beberse la vida. Ava Gardner en España (Aguilar). Los dos se complementan. Los dos son hielo y whisky para un mismo vaso largo.

Dejo para otro día el centenario de Arthur Miller. Les avanzo que en Barcelona se preparan grandes montajes de algunas de sus mejores obras: Las brujas de Salem, Panorama desde el puente, El precio. Y también, nuevas ediciones de sus textos. Atentos, pues, a la próxima temporada.