Como el Josetxu de un antiguo chiste

Echo hacia atrás el anzuelo de los recuerdos y repesco un antiguo chiste de mi adolescencia. Se encuentran dos vascos, Antxón y Josetxu, y uno le pregunta al otro: «Dime Josetxu, ¿a ti que te gusta más, masturbarte o hacer el amor?».

(Abro paréntesis. Las expresiones utilizadas por Antxón son otras, más conversacionales y directas, pero la semana pasada un lector me regañó por usar términos vulgares y ofensivos, así que, en homenaje a él, me reprimo y procuro escoger ahora vocablos poco o nada agraviantes. De nada. Cierro paréntesis).

Llegados aquí, reparo en que no hay nada peor que interrumpir el curso de un buen chiste, así que, con su permiso, retomo y vuelvo al principio. Se encuentran dos vascos, Antxón y Josetxu, y uno le pregunta al otro: «Dime Josetxu, ¿a ti que te gusta más, masturbarte o hacer el amor?». A lo que responde Josetxu, tras larga pausa meditativa: «A mí, hacer el amor». Y aclara, muy convencido: «Se conoce a más gente». Aplico el cuento a lo que me interesa y soy yo ahora el que pregunta: ¿A usted qué le gusta más, quedarse en casa viendo la tele o ir al teatro? Y de entre las respuestas recibidas, me quedo con la de muchos Josetxus: «A mi, ir al teatro. Se conoce a más gente».

La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) acaba de dar a conocer su anuario del 2014 con datos del consumo cultural de los españoles ese año. Y, según todos los indicativos, se produce una ligera recuperación, después de muchos años de caída en picado. Los datos del teatro, concretamente, indican que el consumo ha experimentado un aumento: si en 2013 fueron 11 millones los asistentes a algún espectáculo, en 2.014 la cifra ha subido a bastante más de 12 millones, lo que ha favorecido que la recaudación global por venta de entradas se haya incrementado un 7'5%.

Es, pues, motivo de alegría que siga habiendo Josetxus dispuestos a llevar la contraria a sociólogos de mal agüero que aseguran que la cultura está pasando «de lo público a lo doméstico y de lo doméstico a lo personal» o, lo que es lo mismo, al consumo en soledad. Frente a quienes ya no se levantan del sofá ni para ir al videoclub porque ahora consumen en streaming, somos muchos los que gustamos salir de casa para entrar en el gran foro del consumo en compañía. Aunque solo sea porque se conoce a más gente. Y por hacer el amor en grupo. Limpios de polvo y paja.