Apuntes

Un febrero de cine

JOSEP MARIA POU

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Alguien debería estar pensando en pedirle a la UNESCO, o a la ONU, o a quien correspondan estas cosas,  que califique el mes de febrero como el mes del cine. Ya no vale con un día. Es quedarse corto. Para día ya tenemos el que tradicionalmente viene llamándose  «día del espectador» (un día elevado a fiesta recientemente -La Fiesta del Cine- con tres jornadas a precios de derribo). Pero lo que sucede en el mes de febrero es de traca: casi todas las ceremonias de entrega de premios se concentran en esos 28 (o 29) días, que parece que por ser mes paticorto haya que compensarlo llenándolo de galas, para que no se nos venga abajo.

Vean, si no, la agenda: el domingo día 1 abrieron el desfile los Premis Gaudí. Siguen, hoy sábado, los Premios Goya. Mañana domingo -¡atención, novedad!- los BAFTA, que conceden los profesionales del Reino Unido y que por primera vez se podrán ver en España, en directo (en canal de pago, eso sí). Y el domingo 22, casi cerrando el mes, la gran gala de los Oscar. ¿Hay quien dé más?

Sin contar que, para ir calentando motores, a mediados de enero se entregaron los Forqué, a finales los Feroz, y que entre los Gaudí y los Goya se han colado, el pasado lunes, los del Círculo de Escritores Cinematograficos. Amén de otros, menores, que buscan, estos días, su hueco y su noticia. La pregunta ya no es «¿por qué los premios?», cuya respuesta todos sabemos: promoción, promoción y promoción. (Bienvenida tanta -y santa- promoción). No. La pregunta es «¿por qué precisamente en febrero?». Creo haber hallado la respuesta en el refranero. (Rima no buscada: febrero y refranero. Que riman, a su vez, con peliculero. ¿Ven como todo encaja?)

«Agua de febrero, llena el granero» es el refrán preferido de quienes se alzan con algún premio. Y la variante «Agua de febrero, mata al usurero»,  el de sus productores con deudas aún pendientes. Los que vuelven a casa sin premio alguno se consuelan mascullando: «Febrero, veletero, es un  mes embustero» y «Febrerillo el orate, cada día un disparate». A los más rencorosos se les escapa, mirando de reojo a los ganadores: «Si en febrero caliente estás, por Pascua tiritarás». Aunque, al final, todos a coro, coinciden en lo mismo: «Lluvia y nieve por febrero, son augurio lisonjero».  Lo que, visto la que está cayenro, promete cosecha «de cine».

¡Ah! Hay refrán también para quienes decidan salir de casa y acercarse a un cine esta noche o mañana: «Abrígate, por febrero con dos capas y un sombrero» .

De nada.