GEOMETRÍA VARIABLE

¿Muerte por agotamiento?

Llevamos ya 43 días extras de 155 porque el independentismo no sabe formar Govern

Lluís Puig, Carles Puigdemont y Eduard Pujol

Lluís Puig, Carles Puigdemont y Eduard Pujol / EFE / HORST WAGNER

Joan Tapia

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

¿Acabará muriendo el 'procés' por agotamiento de sus seguidores e indignación del ciudadano de a pie y de los agentes económicos que quieren tener Govern, calendario y unas gotas de orden? ¿Está Catalunya inmersa en alguna disfunción (no hablo de enfermedad) por la picadura de la mosca 2i (incapacidad e inacción) a la que lleva la negación de la realidad?

Tras la reunión de un grupo de diputados en Bruselas --entronizada como la capital del nuevo no-Estado--, las preguntas son obligadas. En otoño, la alcaldesa Ada Colau --que no es independentista, pero quizá sí-- expulsó a Jaume Collboni del gobierno de Barcelona. El PSC no era digno porque Miquel Iceta fue cómplice del 155. Pecado mortal. Pero ya llevamos cinco meses de 155. Estamos a punto de entrar en primavera y el secesionismo ganó las elecciones en Navidad. Y hace ya 43 días del 30 de enero, cuando había un pleno del Parlament convocado para elegir presidente y enterrar el 155.

Pero (oh, sorpresa) el secesionismo sigue sin querer formar Govern y Eduard Pujol --que ha pasado de director de una radio privada a portavoz de Bruselas-- nos dice que no hay urgencia, que hay tiempo para la investidura porque el pleno todavía no está convocado, que formar un Ejecutivo no es fácil y que en Alemania ha costado meses lograrlo (transcribo de 'El Nacional'). ¿Está comparando la Catalunya del 155 con la próspera y estable Alemania con dos partidos opuestos que saben gobernar juntos? Encima actúa de portavoz de un grupo de diputados (no sé si también del PDECat) que insiste en investir a Jordi Sànchez. Hoy a Sànchez, como a Oriol Junqueras, solo puedo respetar, pero su investidura es imposible. Juntos el juez Pablo Llarena y la CUP son un potente 'drac' al que ni Sant Jordi puede vencer.

Encima afirma que el Gobierno de Mariano Rajoy del 155 ya está en jaque mate. Como tengo mucho respeto por Salvador Dalí, no quiero imaginar el tipo de castigo que debería imponer la alcaldesa Colau, una vez resuelto lo del tranvía, a quien propone seguir tan ricamente con el 155, como un Iceta cualquiera. Pero ¿y si tiene razón? El pueblo está en lo suyo y, de vez en cuando, Iñigo Méndez de Vigo se columpia en el jardín de la inmersión lingüística, y podemos consolarnos con aquello de 'contra Wert vivíamos mejor'.

Cuando un país renuncia durante 43 días seguidos al autogobierno, pactado en 1980, porque no quiere nada que no sea convertirse en Lituania, pese a que el otro Pujol --el listo-- dijo que era imposible, es legítimo inquirir si los jefes del 47% padecen algún desarreglo. Llevamos ya 43 dias, más de lo que duraba la rígida cuaresma cuando no se podía comer carne, sin gobierno propio y supeditados al de España, en jaque mate. Collons!

Y además, la ANC ha prohibido a Antonio Baños, aquel 'cupaire' que perdió ante Anna Gabriel por no matar a Artur Mas, optar a presidir la entidad. Se ha montado un gran cristo. La que faltaba. Sin presidente de la Generalitat y con un gran follón en la ANC. ¿Cómo podrá sobrevivir Madrid a esta aguerrida huelga de celo?