INTANGIBLES

El 3% de los banqueros y otras comisiones

El negocio bancario en España es sobre todo un negocio de comisiones, legal, legítimo y necesario, pero un negocio de comisiones

JESÚS RIVASÉS

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En el mundo nuevo de Donald Trump, que se mueve sobresalto tras sobresalto al ritmo de los 140 caracteres de Twitter del inquilino de la Casa Blanca, los bancos españoles ya han rendido cuentas. En España, los cincos grandes -Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Bankia-, excluido el Popular que este año no cuenta, han ganado 3.378 millones de euros. La cifra puede parecer enorme, pero representa bastante menos del 1% de los activos que manejan. Es decir, la rentabilidad del negocio no llega al 1%. No es mucho.

Bancos y banqueros están estigmatizados -pagan justos por pecadores- en España tras los episodios -discutibles- de desahucios inmobiliarios, preferentes cláusulas suelo. No son buenos tiempos para la banca y menos para presumir de unos resultados que tampoco son para tirar cohetes, porque el negocio cada vez rinde menos. El llamado "margen de intereses" -el negocio típico bancario- de los grandes que presiden Ana Botín, Francisco González, Jordi Gual José I. Goiriolgozarri, volvió a caer en el 2016. De forma Solo el Sabadell, de Josep Oliu, lo mejoró algo.

Los bancos han vuelto a salvar los muebles gracias, entre otras cosas, a las comisiones, que les aportaron en conjunto 7.218 millones de euros, más de doble de los beneficios finales, algo muy ilustrativo. Y el futuro inmediato, al menos hasta que suban los tipos de interés, no parece que vaya a cambiar, lo que significa que el negocio bancario en España se apuntala sobre las comisiones.

Las comisiones bancarias son legales, por supuesto, pero aunque con frecuencia son opacas, nada tienen que ver con las tan aireadas -reales o no- del 3% de ciertos partidos políticos. Vicente Iglesias, consejero delegado de Ibercaja, dice que "al menos el 80% de los clientes de las cláusulas suelo sabían lo que contrataban". Es probable que tenga razón, aunque casi nadie le haga caso. Por el contrario, la inmensa mayoría de los clientes bancarios ignoran las comisiones que pagan, por ejemplo, por sus fondos de inversión y de pensiones, que acumulan 230.000 millones gestionados por esos mismos cinco grandes bancos.

Las comisiones y todos los detalles figuran en una documentación tan extensa y prolija que es imposible leer, por ejemplo, en menos de una tarde. Además, los clientes no pagan las comisiones directamente, los fondos las deducen de su valor, lo que las esconde, como también está enmascarado el espinoso asunto de los custodios globales. Algún día emergerá. La media de esas comisiones no llega al 3% y no va directamente a la cuenta de resultados, pero puede alcanzarla, sobre todo si se añaden otras por gastos o similar, también detalladas en los folletos. Además, hay otras más visibles, como las de mantenimiento de cuentas, cobro de cheques y un largo etcétera. Nadie engaña a nadie, por supuesto, y además solo invierte quien quiere y puede, pero ahora el negocio bancario en España es sobre todo un negocio de comisiones, legal, legítimo y necesario, pero un negocio de comisiones. Del 3% o de lo que sea. Las cosas claras. 

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