Al contrataque

La inteligencia cabreante

TRIBUTO A LAS VÍCTIMAS DE ATAQUES TERRORISTAS EN BRUSELAS

TRIBUTO A LAS VÍCTIMAS DE ATAQUES TERRORISTAS EN BRUSELAS / CPT KS MAG

XAVIER SARDÀ

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Imagino a los familiares y amigos de las víctimas de los atentados de Bruselas. Imagino cómo les deben sentar las declaraciones políticas según las cuales la inteligencia europea no está coordinada. Así de claro. Deben sentir estupefacción cuando se habla de Bélgica como el eslabón débil de una cadena insegura.

Resulta que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, dice que hay pasividad de los países de la UE contra el terrorismo. La Comisión pide una Unión Europea de la seguridad y exige estrechar la colaboración entre los servicios de inteligencia. ¿Se imaginan cómo deben haber recibido esta información los familiares de los muertos y heridos en Bruselas?

La frase de Juncker es atómica: falta coordinación de los servicios de inteligencia europeos y falta «actividad» de los países miembros. Y añadió refiriéndose a los atentados: «Si todos los gobiernos hubieran aplicado las propuestas de la Comisión Europea, la situación no sería la de hoy». Brutal. Si esto es cierto, significa que se podría hacer algo que no se hace... Si esto es cierto significa que se podría hacer algo mejor, que no se hace mejor. Y es cierto. Menuda Europa.

Hay dos tipos de tontos, los que creemos que las cosas están mejor de lo que están y los que creen que si mejoran, limitarán nuestras libertades. Se puede ser doble tonto. ¡No se trata de pedir que en caliente se legisle contra el terrorismo! Se trata tan solo de cumplir las normativas teóricas de coordinación de esfuerzos que ya están vigentes. Europa se deshace como un azucarillo gigante y los países se niegan a perder la cancerígena soberanía nacional guardándose la información de la que disponen.

«LAGUNA DE CONFIANZA»

Los servicios de inteligencia no confían en el país vecino porque les han enseñado que no deben confiar ni en su madre y actúan a las órdenes de políticos que no tienen de europeístas ni los pelos del sobaco. Es así de fácil y así de complejo. Hay una «laguna de confianza», dice el comisario de Migración Dimitris Avramopoulos. Si los políticos hablan en estos términos, imaginemos cómo debe ser la realidad.

Las causas por las que los jóvenes se van a luchar con Daesh y los inmensos errores de Occidente en los países árabes son motivo de permanentes reflexiones, más que necesarias por nuestra parte. La derecha dice que no debemos sentirnos culpables de nada en relación a la historia de las colonizaciones. La derecha tiene la conciencia atrofiada, pero mucha gente, por suerte, no.

Pero hoy no hablamos de esto. Hoy hablamos de Europa, de los autistas servicios de inteligencia, de la mejorable coordinación entre las fuerzas policiales, de los lobis que se niegan a que se prohíba la venta irregular de armas y de si tenemos futuro juntos. Es cabreante.