Opacidad en el Popular

El informe de Deloitte aparece lleno de tachones de tinta bajo la censura del Banco Central Europeo y mantiene ocultos datos fundamentales para entender la primera intervención de un banco en Europa

Oficina del Banco Popular en Barcelona.

Oficina del Banco Popular en Barcelona.

Olga Grau

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La primera intervención exprés de un banco en Europa ha sido opaca y poco ejemplar. El mecanismo europeo ideado tras la terrible crisis financiera para garantizar la resolución ordenada de bancos en apuros decidió el pasado 7 de junio intervenir el Banco Popular y venderlo por el precio simbólico de un euro al Santander. Los fondos y accionistas de la entidad financiera fundada hace 91 años y ligada al Opus Dei perdieron toda la inversión. Y ocho meses después todavía se desconoce información fundamental sobre los estados financieros del banco en el momento en que se tomó la decisión y durante las semanas previas a la debacle.

Ante la presión pública ejercida por el mismo Gobierno y por los partidos políticos en el Congreso, la Junta de Resolución Bancaria publicó ayer una batería de informes, entre los que figura el documento de la auditora Deloitte que está lleno de borrones de tinta negra que mantienen ocultos cifras y párrafos enteros. El Banco Central Europeo (BCE) ha censurado la información al considerarla confidencial para la estabilidad del sistema.

Esta decisión es la causante de que a estas alturas se desconozca el alcance de la salida de depósitos del banco las semanas previas a la intervención o el importe de la liquidez de emergencia del BCE a la que tuvo acceso el banco. Y que por tanto no sea posible juzgar si la intervención fue correcta o no. 

Los accionistas y acreedores, que han emprendido acciones judiciales, ignoran si una resolución ordinaria en vez de una adjudicación exprés a un competidor les habría permitido recuperar una parte de sus ahorros. Es sorprendente que después de imponer pérdidas a accionistas y tenedores de híbridos por un importe cercano a 3.500 millones, el informe que valoró la entidad se publique censurado.

La unión bancaria europea tiene como objetivo que las crisis bancarias se resuelvan con el menor coste para las arcas públicas y que se garanticen los depósitos de los clientes. De hecho, la principal lección que se extrajo de la crisis del euro fue que detrás de la moneda única no existía una verdadera integración económica que permitiera actuar de una forma coordinada y taponar la sangría en caso de una crisis virulenta como la que se dio en Europa. La troika formada por la Comisión Europea, el BCE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) se convirtió en el único mecanismo de rescate de los países en apuros. 

La creación de la unión bancaria supone en este sentido un gran paso en la dirección de crear un gobierno económico europeo. Pero para avanzar en la integración de la eurozona es fundamental que las instituciones sean transparentes, se rijan por principios democráticos y den cuenta a los ciudadanos de sus decisiones. Y eso no es lo que da a entender un informe lleno de borrones de tinta que tan solo arrojan más dudas.