La independencia en 'procés'

La mediación internacional para forzar al Gobierno a negociar permitiría también ganar tiempo político y facilitaría que las heridas sociales dejen de sangrar

Una multitud llena a Plaça Universitat.

Una multitud llena a Plaça Universitat. / periodico

SÍLVIA CÓPPULO

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Las calles de toda Catalunya aún están llenas de gentes que se manifiestan cívicamente contra la brutal agresión de la policía española, cuando sale el Rey de España en un mensaje televisado, en el que no hace referencia alguna a los casi 900 heridos: no existen. Ni a los más de dos millones de personas que consiguieron depositar su papeleta en una urna; tampoco estuvieron. En cambio, acusa a las autoridades catalanas de fragmentar la sociedad catalana y de haber roto la armonía y los principios democráticos apropiándose de las instituciones históricas catalanas. ¿Quizá está abriendo la puerta a Mariano Rajoy para que a través del artículo 155 de la Constitución las pueda recuperar? ¿Y por qué esta insistencia en señalar y aislar a los dirigentes del gobierno catalán? ¿Está insinuando que los podrían detener?

Felipe VI habla de orden constitucional, de deslealtad inadmisible de la Generalitat, de ruptura de la sociedad catalana y de unidad de España: la palabra diálogo no existe en su diccionario. Mientras tanto, los mandatarios europeos apelan a la negociación política y los observadores internacionales en Catalunya junto a los medios de comunicación de todo el mundo se escandalizan de la violencia y la brutalidad de la policía española. Pero esta realidad no existe ni en las palabras del Rey, ni en las del gobierno del PP, y solo tímidamente en las del PSOE, como si las convicciones fueran esclavas de su estrategia política y hubieran desaparecido de la ética judicial.

"Legítima defensa"

¿Cómo, sino, puede entenderse que la fiscalía asegure que la actuación del 1 de octubre no afectó "la normal convivencia ciudadana",  y que los agentes intervinieron en "legítima defensa" ante ciudadanos que actuaban "violentamente"? ¿Cómo hace suyas las cifras no oficiales  calculando que si fueron a votar 2.262.424 personas y hubo 844 heridos "solo" un 0,037% de los votantes resultaron afectados por la presunta violencia policial?  Vivimos una distorsión de la realidad.

Dentro de pocos días, el Parlament puede abrir el proceso constituyente de la república catalana en forma de una declaración de independencia anunciada. Se podría pasar del 'procés' hacia la independencia, a la independencia en 'procés', y con este  moverse paso a paso lentamente, encontrar la intermediación internacional que fuerce al gobierno español a negociar. Además, no disponer de resultados oficiales del referéndum permitiría ganar tiempo político y facilitaría que las heridas sociales dejen de sangrar.

Que la votación se haya tenido que hacer sin suficientes garantías, como han concluido los observadores internaciones, también podría dar aire, de manera que la DUI quedara avalada en las próximas elecciones catalanas constituyentes. Ahora bien, si las provocaciones, como la de Alfonso Guerra aconsejando enviar los tanques a Catalunya, o la del portavoz del PP, Rafael Hernando, aclamando que ERC y la CUP quieren que haya muertos en Catalunya, fracturan realmente la sociedad catalana y la violencia estalla en la calle, entonces estará todo perdido y solo conoceremos una palabra: represión.