APUNTES

Helen Mirren, una reina con todas las de la ley

JOSEP MARIA POU

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Está claro que lo de los ruidos que molestan y dificultan la representación en los teatros se está extendiendo tanto que ya no solo va por barrios sino también por países. Lo que ayer era un teléfono móvil en Valladolid, hoy es una banda de percusionistas en Londres. Insólito. La banda, unabatala samba-reggae, habitual de los carnavales de Notting Hill, recorría el centro de la ciudad, armada de enorme timbales, llenando de ruido las calles del West End. Y a su director no se le ocurrió otra cosa que hacer un alto en el camino y plantar sus reales justo ante la puerta del Gielgud Theatre dondeHelen Mirreninterpreta a la reina de Inglaterra en la obraThe audience. Dicen quienes lo vivieron (se puede ver en Youtube) que el ruido era tan enorme y se metía tan de lleno dentro del teatro que llegó a hacer inaudible lo que ocurría en escena. Ni corta ni perezosa, la señoraHelen Mirrense bajó del escenario, enfiló el pasillo central, empujó con rabia una puerta de emergencia y salió a la calle revestida de todos los poderes reales (tiara y bolso, incluidos) dispuesta a enfrentarse a la ruidosa turba. La actriz reconoce que salieron de su boca «palabras mayores». No es difícil imaginar el estupor de percusionistas y transeúntes al ver a la reina en persona (es un decir) soltando tacos y gesticulando histérica hasta silenciar a la banda y lograr que se desplazara unos metros más abajo.

A eso se le llama estar en su papel. AHelen Mirrenno le resulta extraño el personaje. Lo interpretó ya en el cine (ganó un Oscar por ello) y vuelve a hacerlo ahora en el teatro. Su identificación es tal que ha llegado a suplantarla para hacer feliz aOliver Burton,un niño de 10 años, con síndrome de Down y enfermo de cáncer, cuyo deseo era conocer a su reina. Ante la negativa de la auténtica (Buckingham Palace) a los padres del niño no se les ocurrió otra cosa que pedírselo a la de imitación (Gielgud Theatre) que accedió a participar en el gesto humanitario recibiendo al niño en uno de los salones del teatro y actuando con tal convicción (le nombró incluso caballero y le otorgó el titulo de sir) que el pequeñoOliversalió feliz, convencido de haber sido recibido por la propiaIsabelde Inglaterra.

Lugosi y su ataúd

Me preocupo porHelen Mirren.Se cuenta queBela Lugosi,imbuído de su mítico Drácula, dormía en un ataúd. No me gustaría saber queHelen Mirrenduerme en una cama con dosel rodeada de perritoscorgies.Todo tiene un límite. Hasta para los actores.