Al contrataque

Hacienda sois todos

Los que no quieran estar aquí a las duras y a las maduras, mejor que se vayan: ellos y su pasta gansa

Imagen de la ciudad de Panamá y sus rascacielos

Imagen de la ciudad de Panamá y sus rascacielos / periodico

JORDI ÉVOLE

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Mientras a la vista de todos en Catalunya se continúa hablando de desconexión y tanto aquí como en el resto de España no paramos de discutir públicamente sobre si el derecho a decidir de los catalanes es legal o no, ético o no y hasta democrático o no, resulta que un grupito de demócratas españoles (catalanes incluidos) decidieron tomarse la justicia por su mano, y desconectaron de su país: hicieron borrón y cuenta nueva en Panamá.

Ya sé que tener dinero fuera de tu país no supone una ilegalidad si declaras la pasta, pero mandar dinero a un paraíso fiscal es mandar la ética al infierno. Y ya sé que los gobiernos (es decir, los políticos) son demasiado permisivos con los paraísos fiscales, pero olvidémonos por un instante de los políticos. Porque no solo ellos defraudan y nos defraudan. Entre los evasores fiscales (o, por lo menos, evasores éticos), hay también desde empresarios a artistas, intelectuales, deportistas... y ciudadanos anónimos. O sea, una larga lista de paisanos con cuentas egoístas en el extranjero. ¿Y por qué? ¿Por qué hay tanto ciudadano insolidario? ¿Tanto les preocupa su economía? Pues no son pobres precisamente. En cambio, con su comportamiento, empobrecen a los demás.

Ganar pasta me parece estupendo. Incluso me parece una maravilla ganar un pastón si se obtiene lícitamente. Si se puede elegir, mejor todos ricos que todos pobres (algo que si no se ha conseguido es que igual no se puede conseguir). Pero, ojo, porque una cosa es tener dinero y otra es qué haces con ese dinero. No es incompatible ganarte muy bien la vida y ser honrado, ya seas político, empresario, artista, intelectual, deportista... o ciudadano anónimo.

BUSCAR SOLUCIONES

A nadie le gusta pagar impuestos, aunque todos queremos que todo sea mejor: las carreteras, la sanidad, la educación... Y si consideramos injustos los impuestos que nos hacen pagar, pues votemos a otro partido, propongamos soluciones, movilicémonos... ¿Algún defraudador convocó una 'mani'? Y si tras reaccionar nadie nos hace caso y decidimos colar dinero en un paraíso fiscal, al menos no demos lecciones de ética.

Los que no quieran estar aquí a las duras y a las maduras, mejor que se vayan: ellos y su pasta gansa. Mira, tendremos más sitio. Ya no podrán decir que los inmigrantes sin papeles no nos caben. Prefiero a un simpapeles honrado que a un ilegal de los papeles panameños.

Pero si a alguien no le parece tan mal lo que hizo esta gente, e incluso está seguro de que todos haríamos igual si pudiéramos, creo que tiene lo que se merece. Y lo que tiene es un país de acogida de insolidarios. O los rechazamos o seremos cómplices. Ellos pasan de nosotros y nosotros tenemos que aprender a pasar sin ellos. Son enemigos del Estado del bienestar. En vez del 'Hacienda somos todos', son partidarios del 'Hacienda sois todos'.