¿Hacía falta?

En la actualidad como en la vida nos debatimos a menudo entre la fatalidad y el error. Cuando secuestran a tres profesionales catalanes que sacrifican sus vacaciones para llevar ayuda humanitaria a África, nos preguntamos: ¿hacía falta que fueran? ¿No podrían haber fletado un barco o un avión y ser igualmente solidarios sin jugarse la vida? Cuando tres ciudadanos españoles, dos guardias civiles y un traductor, mueren en un atentado en Afganistán, nos preguntamos: ¿hacía falta enviar tropas españolas a la invasión que la OTAN concedió aBushpara intentar quitarle de la cabeza la guerra de Irak tras el 11-S? ¿No sería más sensato a día de hoy reconocer que aquello es una guerra y no una misión humanitaria ahora queBushyAznarya no están?

Críticas injustas

Lo inevitable nos parece más digerible que las consecuencias de nuestros hipotéticos errores aunque los resultados sean los mismos. La crítica hacia lo inevitable nos parece igualmente más injusta que la puesta en evidencia de los errores. Cuando el flamante presidente del Barça,Sandro Rosell, se dirige a los peñistas solo en castellano –«por respeto a los que no son catalanes»– parece querer disfrazar de inevitable lo que es fruto de su libre albedrío. Porque igual respeto merecen los peñistas que no hablan catalán que los que no hablan castellano y lo hacen en chino o en inglés. No era, pues, una cuestión de debido respeto sino la evidencia de que en Catalunya todos los que hablan catalán también hablan castellano. ¿Hacía falta este gesto solo para diferenciarse de Laporta, que ya no está? ¿No podía hablar el presidente a las peñas como se habla en la grada del Camp Nou, en catalán, en castellano y, cada día más, en inglés?

Cuando el ministro del Interior insiste una y otra vez en definir el episodio de ayer en Afganistán como un atentado mientras la portavoz de la oposición repite que España está en guerra, nos preguntamos: ¿hacía falta entrar en este debate con las víctimas de cuerpo presente? ¿No sería más razonable hablarlo más adelante pero en serio, pensando en la seguridad y no en los votos?