Yo qué sé...

El Govern, el sainete y el sacramental

XAVIER SARDÀ

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Hay que felicitar al Govern. En apenas tres semanas ha pasado de verdugo a víctima. Ha pasado de Eduardo Manostijeras a Timbaler del Bruch ... ha pasado de tiburón a pececito. Ha sido una de las maniobras políticas más audaces de los últimos años.

Hace unas semanas, el Govern deMasse enfrentaba a la contestación social en las calles del país por los recortes anunciados en lo que se suponía que era un ejercicio de responsabilidad y seriedad. Teníamos la sensación de que este era un país normal en el que el Govern hacía lo que tenía que hacer y asumía con valentía el coste social de su acción política. Duró poco.

Por arte de unbirlibirloquismomourinhistaestamos de lleno en el cómodo terreno del victimismo político. No se puede hacer nada porque Madrid no paga. Ya está, y además los socialistas tienen que recibir lecciones de catalanidad incluso del PP. En una sesión en el Congreso que en ningún caso hubiese sido vinculante, se hace escarnio de los socialistas por no romper su disciplina de voto. PP y CiU juegan a la indignación conjunta contra un PSC que, en efecto, se ha equivocado. Es la gran catarsis. Insisto, si se hubiese aprobado era puro papel mojado. Algo de teatro si ha habido.

Observo cómo se obvia que el Gobierno no está obligado a pagar hasta el 2013. A mí me gustaría que adelantase el pago, pero resulta que tiene todo el derecho a no hacerlo. Es lo cierto que esto lo saben perfectamente todos los líderes políticos de Catalunya, pero es un detallito que se deja de lado porque andamos llevados por el temporal de levante de las municipales. Qué más da.

Ahora ya estamos de nuevo en el gran certamen de ver quién la tiene más grande en el nacionalismo catalán (la conciencia, digo). Ya pasó. Se han guardado las tijeras, el Govern se ha vuelto bueno de repente y la transferencia de culpabilidad a Madrid justifica la inacción. Son geniales:

-Adelánteme el dinero.

-No, le pagaré en el 2013 que es cuando tengo obligación de hacerlo.

-Pues no recortaremos.

-Pues, qué quiere que le diga.

-A Montilla se lo adelantaban.

-Pues mire, ahora no podemos.

-Pues, montaremos un drama... y la prensa nos apoyará.

Y de nuevo las cosas en su sitio: el Govern se presenta como el damnificado, el dañado y el martirizado por la malignidad intrínseca del Gobierno central. Y a votar. A pesar de todo, la manifestación de ayer les recuerda que no todo el mundo traga.

Como sé que por escribir esto me vais a llamar de todo menos bonito, solo pido que os contestéis a vosotros mismos dos preguntas: ¿creeis queMasprefería que el Gobierno le pagase y tener que cumplir? ¿No es más cierto que la operación política que ha montado le resulta mucho más rentable que esos millones que además cobrará en su momento?

Volvemos a la confrontación improductiva y quizá socialmente irresponsable, que inflama además a los que piden menos lloriqueos y que convoquen de una vez el referendo. Les dirán que se dejen ya del sainete inacabable y tengan la testoterona de ir directamente al auto sacramental. Yo qué sé.