Globo sonda cifrado

La propuesta de Báñez implica aumentar el gasto en pensiones, posiblemente vía impuestos

Íñigo Mendez de Vigo y Fátima Báñez

Íñigo Mendez de Vigo y Fátima Báñez / periodico

Albert Sáez

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La ministra de Trabajo, Fátima Báñez, lanzó este martes un envenenado globo sonda en el necesario e inaplazable debate sobre el futuro del sistema español de pensiones. Propuso que, de manera voluntaria, los trabajadores puedan computar la totalidad de su vida laboral para calcular sus prestacionesAntes de la crisis, estaríamos ante una propuesta regresiva. Estábamos todos convencidos, incluidos los gestores del sistema, de que los últimos años de la vida laboral coincidirían siempre y en toda circunstancia con los de mayor salario y, por consiguiente, mayor cotización. Aumentar el período de cálculo hubiera sido hasta el 2008 una vía para reducir el coste de las pensiones. Pero, tras la crisis financiera y con el modelo que ha elegido España para salir de ella, la propuesta de Báñez podría servir para mejorarlas, puesto que los parados de larga duración, los prejubilados o los que han reducido su salario para salvar el puesto de trabajo tienen sus mejores años de cotización más allá del límite actual de cálculo: los últimos 21 años. Hacer efectiva la medida de la ministra haría, pues, más insostenible el sistema –acumula 18.000 millones de déficit y se ha comido la hucha- puesto que algunos pensionistas entrarían en la edad de jubilación con una prestación más elevada. Tienen, por lo tanto, razón los sindicatos y la oposición al criticar la propuesta.

Con todo, podemos estar ante un mensaje cifrado. Si el globo sonda que lanza la responsable de las pensiones en el gobierno de Rajoy implica un aumento del gasto es que están dispuestos a abrir el debate sobre los ingresos de nuestro maltrecho sistema de pensiones. Eso sí que sería una buena noticia: o están dispuestos a aceptar propuestas como la de Pedro Sánchez de crear un impuesto para financiar las pensiones o barajan la posibilidad de cargar las pensiones no contributivas a los presupuestos generales. A no ser que piensen en eliminar algunas prestaciones como la de viudedad. En todo caso, parece claro que los laboratorios económicos de la derecha han entendido una cosa evidente: pensiones miserables con una demografía envejecida lo único que hacen es disminuir la renta nacional disponible, o sea, el consumo. Es decir, empobrecen también a la macroeconomía, el refugio de Rajoy ante la creciente desigualdad.