El epílogo

Fútbol no sostenible

ALBERT Sáez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando la única televisión retransmitía un único partido de fútbol cada jornada, las audiencias eran multimillonarias. Desde que en España se puede ver más de un canal se han vivido no menos de cuatro grandes guerras llamadas del fútbol para dirimir quién se quedaba ese pastel que en régimen de monopolio resultaba tan apetitoso. El resultado, hoy, es que los clubs han multiplicado sus ingresos por la venta de los derechos de televisión. Pero los encuentros, excepto las grandes finales, ya no proporcionan audiencias acordes con la inversión, Y, por lo tanto, hay que dar más partidos. Y para poder retransmitirlos hay que jugarlos.

Esta ansiedad televisiva de partidos justifica que el Barça se encuentre estos días en Oriente jugando contra no se sabe quién y con una humedad muy poco recomendable para la puesta a punto de los jugadores. Incluso se ha visto obligado a alinear aMessi para evitar una multa de la televisión coreana. Y lo mismo que le pasa al Barça, le pasa ala Roja. Muerta de éxito, convoca a sus estrellas para jugar un amistoso cuando no ha pasado ni un mes desde que cerraron la temporada ganando el Mundial. Hay que jugar como sea para que alguien recupere lo que ha pagado por los derechos.

Reducir gastos

Los mandamases del fútbol deben reflexionar. Muñir la vaca demasiado no solo empobrece la leche, sino que acaba por matar al animal. Se impone, como en tantas otras cosas, el debate sobre la sostenibilidad del invento. Habrá que ser más austeros en los gastos para poder racionalizar los ingresos. Seguro que losMessi,Xavi, Villa,Valdés,Busquets,PedroyPiquése bajarían un poco el sueldo a cambio de evitarse la paliza de un Madrid-México-Sevilla en menos de 72 horas. E incluso jugarían mejor. La Federación podría renunciar a los derechos de uno de los partidos porque el otro tendría más audiencia y daría más ingresos. No es una fábula. España irá a México sinIniesta, su joya más valiosa televisivamente hablando. Y en esa ausencia algo tiene que ver el exceso de partidos del último año.