Al contrataque

El funambulista catalán

En Comú Podem será clave en el futuro político de Catalunya

Vista de la concentración independentista en Salt durante la Diada del 2016.

Vista de la concentración independentista en Salt durante la Diada del 2016. / periodico

JORDI ÉVOLE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

“¿Os imagináis un país con un PP residual, os imagináis un país con las mayorías sociales, políticas y parlamentarias suficientes para iniciar y culminar un proceso constituyente en pos de una república? El país que imagináis ya existe y se llama Catalunya”. Así acababa <strong>Gabriel Rufián</strong> su celebrado discurso (no solo por el independentismo) en el frustrado debate de investidura de Rajoy. Lo volví a ver ayer, coincidiendo con la Diada, un día que los catalanes podemos ser más influenciables: viendo por la tele las multitudes en la calle, puedes pensar que eres el único que está en casa.

Pero no, Rufián no me convenció. Y eso que suscribiría gran parte de su discurso viral. Pero creo que Rufián intenta "ensanchar" la base del independentismo con una táctica equivocada. Es como si a un seguidor del Espanyol, creo que él lo es, le dijeses: “¿Te imaginas un club que aglutina la mayoría social de un país, que tiene al mejor jugador del mundo, y que puede ganar la Champions cada año? Pues ese club que imaginas ya existe, y se llama Barça”. O sea, hazte de mi club, aunque no sean tus colores, porque el tuyo nunca va a conseguir lo que quieres. Perdón por futbolizar la política, pero creo que es algo que se hace constantemente, como si esto fuera un Barça-Madrid.

DEMOSTRACIÓN DE MÚSCULO

Creo que el independentismo que representa la suma CDC, ERC y CUP no está logrando su propósito de ensanchar la base, a pesar del músculo demostrado ayer (y ya van cinco). Hace un año -el 27S- se quedó a las puertas del 50% de los votos, algo muy meritorio. Pero no llegó, y a pesar de eso, y con la mayoría parlamentaria que la ley electoral les otorgó, han decidido tirar por el camino de enmedio con sus “leyes de desconexión”.

Si hoy se volviesen a celebrar elecciones autonómicas (Convergència las temía tanto que llegó a apartar al gran líder del procésArtur Mas, para evitar unas anticipadas), dudo de que se reeditase la coalición Junts pel Sí, y no tengo muy claro que el independentismo lograse los mismos resultados. Porque el panorama político catalán es tan cambiante que creo que la foto fija de las últimas autonómicas no sé si todavía es válida.

INQUIETUD EN EL INDEPENDENTISMO

Las dos últimas elecciones celebradas en Catalunya las ha ganado un partido que no tiene ni dos años de historia, En Comú-Podem, que ha decidido no cederle todo el terreno de juego al independentismo, como hizo el PSC. Que tiene el descaro de participar en la mani de ayer, a riesgo de cabrear a parte de su electorado. En Comú Podem es el funambulista en el alambre: pacta con los socialistas en el Ayuntamiento de Barcelona, y se fotografía con los independentistas en la Diada. Eso puede gustar más o menos. Pero el funambulista será clave en el futuro político catalán. Y eso inquieta a los independentistas (por eso Rufián les tira la caña pero cuando llegan las elecciones es el que más caña les mete). Pero también provoca vértigo en el funambulista que está en mitad de la cuerda.