ANTE EL 11-S

En su fiesta me colé...

La fiesta de la Diada de Catalunya ha perdido su espíritu integrador y transversal para convertirse en una suerte de fiesta temática

Las calles del centro de Barcelona se han llenado de participantes a la manifestación de la Diada, horas antes de su inicio.

Las calles del centro de Barcelona se han llenado de participantes a la manifestación de la Diada, horas antes de su inicio. / periodico

OLGA RUIZ

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A todos nos han invitado a un cumpleaños por compromiso, cuando éramos pequeños. Porque la madre del niño o niña era amiga de la nuestra, o porque cuantos más niños fueran más exitosa era la fiesta. Vanidad infantil, ¿quién ha dicho que no existe? Y ahí estabas tú, con tu regalo, tu sonrisa y tus ganas de gustarle al niño y a sus amigos, con tus ganas de integrarte. 

Pero al niño no le caías bien, te ignoraba y tu regalo se quedaba arrinconado, como tú. Al final, lo único bueno que le acababas viendo a la fiesta era el atracón de pastel de chocolate.

Este lunes voy a una fiesta a la que hace tiempo tenía ganas de volver, la fiesta de mi tierra, Catalunya, que celebra su día más importante: la Diada. No es que me hayan invitado personalmente, pero la fiesta tampoco es un cumpleaños, es como uno de esos festivales que organiza el colegio al que todos los alumnos están invitados. Cada clase hace su número, ensayado con esmero y se aplauden mucho entre ellos.

Voy este año porque me han dicho que los participantes dibujarán una signo de sumar gigante, un 'más' que ocupará el cruce de paseo de Gràcia con Aragó. Y a mí, lo de sumar me motiva y atrae a partes iguales, me hace sentir integrada y además, después de esta semana en la que el símbolo de la división ha sido el gran protagonista, me alivia.

Busco la convocatoria, el equivalente a la invitación a una fiesta, y descubro que es la 'Diada del Sí' a la independencia, pero no a la suma

Estoy emocionada, quiero saber más sobre mi cita de mañana y busco la convocatoria, el equivalente a la invitación a la fiesta. Descubro entonces que es la 'Diada del Sí'. El 'sí' a la independencia pero no a la suma. Los organizadores la plantean como un acto combativo para derrotar cívicamente al Estado, a sus cloacas y  protestar contra la represión a la que nos somete. Nos animan a comprar las camisetas del 'sí' en su tienda virtual (a 10 euros la pieza) o en los puntos de venta habituales y a engalanar nuestros balcones con faldones reivindicativos: por tres euros más tenemos 10 colores para escoger, del rosa chicle al verde pistacho pasando por el siempre llamativo amarillo.

Código de vestimenta

La cuestión es que si quiero sentirme bien en la fiesta, si quiero ser una más, me tengo que tunear. El evento tiene un código de vestimenta de recomendado cumplimiento… ya vamos mal. Mucho me temo que mi fiesta ya no lo es tanto, la fiesta de la Diada de Catalunya ha perdido su espíritu integrador y transversal para convertirse en una suerte de fiesta temática, cómo las que se hacen coincidiendo con el Festival de Eurovision o la noche de Halloween, si no eres muy fan de la causa acabas sintiéndote ridículo y fuera de lugar.

Lo único que no acabo de entender es lo de la suma. ¿Cómo se consigue sumar si hay dígitos que no cuentan?

Lo único que no acabo de entender es lo de la suma, gran símbolo de este año. ¿Cómo se consigue sumar si hay dígitos que no cuentan, que no cambian el resultado? En la suma de mañana, dadas las circunstancias, no tengo ninguna influencia soy el famoso cero a la izquierda.

Pero no me doy por vencida, voy a ir a la fiesta con la mejor de mis intenciones, la de sumar. Yo iré a la fiesta aunque tenga que colarme. ¿Alguien sabe si por lo menos hay pastel de chocolate?