Intangibles

Feliz cumpleaños, Seat

Aunque con retos en el ultracompetitivo sector del automóvil, la compañía tiene buenas cartas que jugar con el coche eléctrico, conectado y hasta autoguiado

Industria 8Operarios en una cadena de montaje del Seat Ibiza en la factoría de Martorell.

Industria 8Operarios en una cadena de montaje del Seat Ibiza en la factoría de Martorell.

José Antonio Bueno

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La planta de Seat en terrenos de Martorell y Abrera ha cumplido 25 años, un cuarto de siglo realmente intenso. Y la verdad es que este cumpleaños le coge a Seat en, probablemente, su mejor forma desde que comenzó a producir en 1993. Sin duda es un cumpleaños feliz porque la compañía ha sufrido mucho en una buena parte de estos 25 años. 

Su producción se inició con el pie cambiado. La entonces nueva planta nació para complementar la capacidad de la de Zona Franca, no para sustituirla, dado que los planes de crecimiento eran impresionantes tanto por la coyuntura como por su posición dentro  del grupo Volkswagen (VW).

Pero en los tres años escasos que duró su construcción, el mundo cambió mucho. Entre otras muchas cosas cayó el muro de Berlín, ofreciendo a VW la oportunidad de comprar Skoda en 1991. Seat pasó de ser la compañía de entrada en el grupo VW a tener que compartir esa posición con una marca más cercana y conocida por quienes fijaban su destino.  Además, la economía se ralentizó y lo que iba a ser una planta modélica en Europa, destinada solo a un producto y usando las técnicas de producción más avanzadas, se convirtió en un lastre que había que pagar con la agravante de una gestión financiera de la obra mejorable que hizo que todos los planes tuviesen que rediseñarse. Seat pasó de ser la marca de crecimiento de VW a entrar en un duro proceso de ajuste casi sin darse cuenta. 

Martorell ha sido el principal activo de Seat, pero también su principal carga. Ha tenido que luchar siempre por su supervivencia, y no ha sido nada sencillo. Ha habido ajustes de plantillacongelaciones cuando no reducciones de salarioincrementos de flexibilidad… pero si algo ha demostrado Seat en estos 25 años es que querer es poder. Ha habido muchos “culpables” que han hecho posible poder celebrar ahora estos 25 años. Probablemente el primero es el mítico presidente Ferdinand Piëch, duro como nadie, pero comprometido con el futuro de todas y cada una de sus filiales, también de Seat.

La sombra, positiva, del primer directivo español del Grupo y actual presidente de su consejo de administración, Francisco García Sanz, se ha hecho notar siempre que ha sido necesario. Junto a ellos hay que recordar el compromiso con la marca de varios de sus presidentes y altos directivos, de los trabajadores, de las administraciones españolas, todas, de los proveedores y sobre todo, los sindicatos, que han mostrado una flexibilidad y una visión de largo plazo realmente impresionantes. Aunque no todo el que ha contribuido al éxito de Seat puede celebrar hoy su cumpleaños por muchos motivos, seguro que quienes mantienen a Seat en su corazón, porque es una de esas pocas empresas que entran en el corazón de quien trabaja en o para ellas, está feliz por haber llegado hasta aquí. 

Su futuro es apasionante, pero también lleno de retos, no hay nada sencillo en esta vida y menos en el ultracompetitivo sector del automóvil, pero Seat tiene buenas cartas para jugar un futuro donde el coche será eléctricoconectado y hasta autoguiado. Seat está cada día más presente en nuestra ciudad a la vez que más abierta al mundo que nunca. La primera empresa con sede en Catalunya ha demostrado una capacidad de supervivencia única y eso es garantía de un futuro aún mejor que su presente.