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Europa en el centro de la acción

Los debates sobre presupuestos y politicas de la UE, aunque parezcan lejanos, deberían merecer el interés de los politicos en España por lo mucho que nos jugamos también allí

Bloglobal - Banderas de la Unión Europea

Bloglobal - Banderas de la Unión Europea / periodico

Jordi Sevilla

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A pocos días de que la Comisión Europea presente, para consulta pública, su propuesta de Marco Financiero Plurianual 2021-27, los europeístas tenemos la oportunidad de dar otro empujón a la integración europea para superar las heridas dejadas por la gestión de la crisis del euro, el golpe que ha significado el 'brexit' y el miedo que suscita el auge de unos populismos que, aprovechando catástrofes como las que hemos visto con la inmigración, han convertido a la Unión Europea (UE) en su principal enemigo.

El debate sobre el próximo Marco Financiero se presenta en un contexto muy diferente al vigente que concluye en el 2020. Empezando porque la UE ha dejado atrás la recesión, está creciendo a buen ritmo, ya ha recuperado la tasa de paro anterior a la crisis, suben los salarios y tiene controlado los déficits públicos. En segundo lugar, porque tendrá que recoger la salida del Reino Unido, con su aspecto negativo (10.000 millones de euros anuales netos menos) pero también positivos (desaparecen los descuentos nacionales).

En tercer lugar, porque hay que tomar en cuenta los avances que, en paralelo, se estén realizando en la profundización de la Unión Económica y Monetaria, en especial dos: la eventual transformación del MEDE en un Fondo Monetario Europeo que pueda dar liquidez condicionada a los Estados y la propuesta de crear un nuevo Fondo anticíclico  que pueda hacer frente a choques asimétricos ayudando a compensar el protagonismo exclusivo que ha tenido la política monetaria en la lucha contra la pasada crisis. Este fondo, situado al margen del Presupuesto, podría endeudarse y cubriría riesgos presupuestarios de los estados miembros mediante, por ejemplo, un seguro de desempleo europeo.

Presupuesto algo peculiar

Presupuesto algo peculiarJunto a estas novedades, continuarán algunas características que hacen del Presupuesto Plurianual de la UE algo peculiar: representa escasamente el 1% del PIB de la Unión frente al 25% que representa el Presupuesto Federal de EEUU; es un Presupuesto de inversiones en políticas que tienen que haber acreditado el valor añadido que representa hacerlas a nivel europeo respecto a hacerlas a nivel de estados miembros como, por ejemplo, algunas infraestructuras y, sobre todo, es un Presupuesto que no puede tener déficit, ni endeudarse.

La propuesta de la Comisión, esperada a principios de mayo, tendrá en cuenta las reflexiones que se han producido durante estos meses, tanto sobre ingresos, como sobre gastos, a partir de la reflexión sobre el futuro de la UE abierto por los lideres europeos hace un año y sintetizadas el pasado febrero en una interesante Comunicación de la Comisión sobre prioridades políticas y presupuestarias post-2020.

Seguridad

Por el lado del gasto, empieza señalando la Comisión que la seguridad es, sin duda, la gran prioridad para los europeos. Bajo este concepto se engloba: el control de fronteras exteriores (inmigración), el terrorismo, la ciberseguridad y la defensa. La lucha contra el cambio climático y la transición hacia una economía circular y sostenible es otra de las prioridades, junto al Mercado Único Digital y el impulso a las nuevas tecnologías que lleva aparejado un esfuerzo mayor en investigación y desarrollo.

Sin embargo, todavía hoy, la Política Agrícola Común (40% del gasto) y las Políticas de Cohesión (30%) representan las dos grandes partidas presupuestarias para las que también conviene barajar reformas aunque en sentido distinto: mientras los fondos de la PAC deben concentrarse en pequeños agricultores que defiendan los valores medioambientales y el medio rural, se pregunta la Comisión si no ha llegado el momento de revisar las políticas de cohesión y extenderlas a todas las regiones de la Unión y no solo, como ahora, a las menos favorecidas.

Para los ingresos también se plantean reformas siguiendo el Informe del Grupo de Alto Nivel sobre Recursos Propios al coincidir en reforzar los recursos propios de la Unión reduciendo, así, la dependencia de las aportaciones nacionales. En concreto, generando nuevos recursos propios vinculados a las políticas de mercado interior (recargo a un IVA reformado, impuesto europeo sobre sociedades, impuesto sobre transacciones financieras) y a las políticas medioambientales (CO2electricidadcarburantes, derechos de emisión) además de incorporar los beneficios obtenidos por el BCE por la emisión de moneda.

Aunque, sumidos como estamos en nuestro propio ombligo nacional, este debate suene lejano y extraño, es esencial para nuestro bienestar como ciudadanos europeos. ¿Qué piensan nuestros políticos sobre estos asuntos? ¿Impulsaremos los cambios con Macron, o los vetaremos con Merkel? ¿Habrá un debate sobre ello en el Congreso y una Conferencia de Presidentes monográfica? Debería. Porque nos jugamos mucho, también ahí.