ETA cierra el seminario

El terror no tiene puntos cardinales. Un día nos citaron para una reunión explicativa con los artificieros de la Policía . Nos mostraron cómo eran las bombas, cómo funcionaban. Nos dieron una serie de instrucciones y consejos, gente muy amable, tranquila, envidiablemente, y muy profesional. A partir de aquel día había que seguir sus consejos: antes de subir al coche mirar y cachear los bajos; antes de encender, rebuscar por debajo del asiento. Y más cosas. Los policías mostraban entereza, los allí presentes salimos con más miedo que cuando entramos.

Vivir, más en el norte, era muy difícil. Y morir muy fácil.  A un buen amigo nacionalista le pintaron en su casa una diana. Luego fue peor. Otro viejo amigo, joven guardia civil destinado en  Pasajes, me contaba cómo patrullar con el capote y el brillo en la cabeza era la silueta perfecta. Sabía que en aquella cacería nocturna constante, él era el pato. Lo dejó. Fui muchas veces a Euskadi por aquellos tiempos , solo pedir una cerveza con acento andaluz, y más si llevabas bigote, era sumamente comprometido. No exagero.  En Iparralde, Biarritz o Guéthary, encima te tomabas, entripado, un vino a la vera de uno de ellos. Hoy parece que nada pasó nunca, pero era el terror.

ETA se disuelve con todas sus estructuras. Terminó su ciclo y su función , es decir , un ciclo de terror y de asesinatos. Y piden perdón, solo a unos pocos. La verdad es que terminó  mucho antes, vencida por la democracia. ETA nació contra Franco y no supo superar su muerte, parece que los asesinos se necesitan entre ellos. E hizo mucho daño; nunca valorarán en qué extremo  peligro pusieron a quienes teníamos todas las esperanzas en la democracia y cómo le han estado haciendo el boca a boca al franquismo trasnochado y nostálgico que aún vive entre nosotros. Eso querían, dicen, que saltaran los liberticidas, los demás les dábamos igual.

Se dice que no han pedido perdón por todo, que es perdón selectivo, pero no se dice que no pueden pedir perdón, tampoco, aunque quisieran, en nombre de todos. ETA era mucho más que ETA. De los que la hicieron posible solo han pedido perdón los obispos, pero nadie más, ni las señoras de comunión diaria, ni los curas, cocineros, artistas, futbolistas... Eso,al menos, dicen en su carta, son el pueblo y nacieron del pueblo.

Estoy contento , ETA se va, desaparece de nuestras vidas,  aunque no me pueden pedir que los olvidemos, son inolvidables, ellos y los que los ampararon. Quedan además sus externalidades, sus subcontratas, sus parásitos y vividores, los que no pueden vivir sin ETA. Un regalo póstumo.

Y no le temo a la narración. Siempre se dice que la historia la escriben los vencedores  y ha vencido la democracia . Aunque no estaría mal reconocer también sus fallos y excesos . Ya no tienen organización ni estructuras, ni portavoces , queda su sombra o su ectoplasma. No creo que dejen un delegado para negociar sus escombros, ni una oficina de reclamaciones. Será cosa de uno a uno. Los que comparten su ideología espero que hayan aprendido la lección y que a los que queden, si hay que encontrarlos, que no sea, otra vez, en un seminario.