Estallido cósmico por Sant Jordi

El escritor Ken Follet, este Sant Jordi en Barcelona

El escritor Ken Follet, este Sant Jordi en Barcelona / periodico

XAVIER GINESTA

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Estallido cósmico. El Sant Jordi explotó con el 'Big Bang', para cerrar por muchos catalanes un día que fue familiar, de inicio a fin. Durante el día, público de todas las edades que paseaban por las Ramblas o Rambla Catalunya intentando elegir el mejor best seller del año, o fotografiándose con autores de renombre mundial: uno de los que estuvo fue Ken Follet, que de repente se encontró inmortalizado junto a un joven de Aiguafreda, que horas después sería aclamado por las masas en el Sant Jordi Club. Por la noche, este joven –y su dos colegas musicales– eran recibidos a gritos por una masa uniforme de adolescentes (¡y no tanto!) que cantaban sus canciones a pulmón abierto; el retorno a los escenarios de Els Catarres, con su nuevo álbum 'Big Bang', era la culminación de un día que, para muchos, tiene más magia que la propia Diada Nacional. Y, claro, mucho más romanticismo, que hoy en día siempre es necesario.

El concierto empezó 'En peu de guerra' quemando la noche a base de luz y un directo cada día más trabajado, que sabe combinar varios registros a la vez y que aguanta la tensión del público del inicio hasta el final. Un espectáculo que no sólo tiene los temas del nuevo disco como protagonistas, sino que escoge de sus éxitos anteriores aquellos que saben exaltar más la multitud o ya se han transformado en himnos. Por ejemplo, Tintín se convierte en el primer momento remember de la noche; la mítica Jenifer crece, madura musicalmente para coger tonos más eléctricos y metálicos; o Seguirem lluitant se convierte en el clímax por los más independentistas, cuando se levantan las estelades y retumba el pequeño país que se reúne delante del escenario.

La banda ha musculado el directo porque todo el mundo sabe qué rol juega en el escenario, ahora más que nunca. Eric Vergés es un líder consolidado, pone orden en el espectáculo; la centellenca Roser Cruells marca el tempo, e incluso se atreve a ser protagonista de un tema especialmente sensual ('Som de foc') que pone el toque romántico al directo y, finalmente, Jan Riera representa la magia, al rauxa, la movilidad, la empatía continuada con un público que no quiere dejar de saltar. Un todo mucho más redondo, acompañado de una banda que se adapta a las necesidades de los tres Catarres, y sabe tomar el protagonismo justo cuando es necesario.

Els Catarres condujeron al público por un mar de horizontes utópicos, lejanos y orientales (Tokyo), pero también con olores mediterráneas: 'De fusta de pi, la sal a la pell' [de madera de pino, la sal en la piel]. Cosas muy nuestras, como el recuerdo de una noche de fiesta mayor en el Bar Miguel –'La Festa Major d'Aiguafreda', que Jan dedicó especialmente a sus abuelos y al alcalde, sentados en la gradería– o el 'Rock&Roll' que se convirtió en el éxito del verano de TV3 en 2013. Espacios comunes que todo el mundo tiene en mente cuando hablas de amor ('Estels al vent', 'Sota la llum del Sol'), amistad, ternura, voluntad de superación o lucha interior. Son estos valores que ayudan a entender porque familias enteras se regalan un concierto de Els Catarres, porque el Sant Jordi por Sant Jordi tenía que ser la mejor manera de terminar la noche.