LA CLAVE

Especulación 1- Colau 0

Cuando queda poco más de un año para las elecciones, a la alcaldesa de Barcelona se le multiplican los problemas en materia de vivienda agravados por la gestión de los narcopisos y el alza de los alquileres

Manifestación contra los narcopisos, ayer, en el barrio del Raval.

Manifestación contra los narcopisos, ayer, en el barrio del Raval.

Olga Grau

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Barcelona sufre la pandemia de la especulación inmobiliaria. Los bolsillos de las familias ya no alcanzan para los alquileres de la ciudad. La situación se ha agravado por el hecho de que los precios de los pisos se han recuperado a niveles precrisis, pero los salarios no.

La expulsión de los vecinos por la especulación inmobiliaria se extiende más allá de las zonas tradicionalmente turísticas del Born o de la Barceloneta hacia núcleos como Sant Antoni. Unas 3.500 familias de este barrio están amenazadas por el vencimiento de sus contratos de alquiler en los próximos tres años. Denuncian que no van a poder hacer frente a las alzas de los arrendamientos debido a la enorme popularidad del barrio y piden al Ayuntamiento que intervenga.

También los vecinos de Ciutat Vella reclaman desde hace meses al consistorio que ponga fin al infierno de los narcopisos. Inmuebles deteriorados, en manos de fondos y bancos, ocupados por traficantes y delincuentes que atraen a heroinómanos que se pinchan en los portales recordando las épocas más negras de los años ochenta.

La alcaldesa Ada Colau llegó al consistorio con una larga trayectoria de activismo social en el sector de la vivienda. A menos de un año de las elecciones, se le multiplican ahora las quejas vecinales por el tema estrella con el que ganó los comicios. El balance es que los desahucios no han desaparecido, la vivienda social es insuficiente, la gentrificación no remite y los narcopisos son un clamor.

Los problemas de la vivienda en una gran urbe como Barcelona son de difícil gestión. No solo afectan a una administración y concurren legislaciones estatales. Pero en manos del Ayuntamiento se encuentra la posibilidad de liderar la coordinación entre cuerpos policiales (Guàrdia Urbana y Mossos d’Esquadra) y administraciones y forzar acuerdos con los especuladores.

El 21-D, Catalunya en Comú-Podem quedó en el quinto puesto -tras Ciudadanos, ERC, JxCat y el PSC-, y perdió en barrios como Ciutat Vella, feudo de la formación en las municipales. Con solo once concejales en un consistorio de 41, a Colau le queda poco más de un año de mandato para aprobar la asignatura de la vivienda. De momento, los especuladores ganan 1-0.