Órdago soberanista
España en decadencia, Catalunya en el limbo
Sepan los catalanes que en Madrid también hay gente que estos días se encuentra muy triste
Jesús López-Medel
Abogado del Estado. Expresidente de la Comisión Derechos Humanos y Democracia de la OSCE.
JESÚS LÓPEZ-MEDEL
Es este uno de los momentos más tristes en la larga historia común. Junto a la alegría de los que hace tiempo luchaban por la secesión, sectores catalanistas no radicales y que solo en los últimos meses se sumaron a la independencia tienen ahora tristeza. Muchos se incorporaron a un sentimiento (es lo que en el PP jamás entienden) colectivo y, sobre todo, desde el rechazo a la catarata de errores y humillaciones desde el Gobierno hacia Catalunya. No están felices hoy.
Pero también en Madrid, buena parte de su población tiene también un sentimiento de gran tristeza. No ya es que se fracciona un territorio con el que los lazos históricos (aun con desencuentros) son muy hondos sino también por la manera lamentable que se produce el rompimiento. Ellos se van y desde aquí se les empuja. Muchos pensamos, también en Catalunya, que el proceso de Puigdemont ha sido una huida alocada hacia adelante y ha sido atrapado por el empuje de sus socios para hacer cosas fuera de lógica. Han sido muchas actuaciones disparatadas y bananeras las que han protagonizado el Govern y el Parlament.
El engaño de Zapatero
Pero eso no impide al mismo tiempo que se aprecie una enorme responsabilidad de quien, por ser partícipe de esa fractura, pueda pasar a la historia por su nombre: Mariano Rajoy. En la segunda legislatura de Aznar había solo un diputado de ERC y los de Convergència hablaban de la Constitución. Ese solo diputado independentista se multiplicó hasta ocho. Llegó Zapatero y engañó a los catalanes con pretensiones que no cumplió. El Congreso afilaría la humillación que completó el Tribunal Constitucional haciendo aún más nimio un Estatut ya recortado e incluso votado por el pueblo catalán. Y llegó Rajoy…
Que sepan desde Catalunya que ese procés lo interpretamos así no poca gente en Madrid aunque resalten más los patriotas que exhiben banderas. Un problema político ha sido tratado como un problema judicial y con toda la maquinaria engrasada del aparato estatal, fuerzas policiales desbocadas (ganas le quedaron a la altiva Cospedal de enviar las tropas), fiscalía, judicatura, promoviendo grupos de adhesión de quienes debían ser neutrales.
Gente que no quería en Catalunya la independencia fue empujada a ella desde Madrid. Me irrita cuando los peperos hablan de Estado de derecho. Es una patraña que pervierten constantemente. Otros actores de la política madrileña se han comportado como forofos de la selección de fútbol. El lamentable discurso del Rey (de Felipe V a Felipe VI), el vergonzante PSOE como partido del sistema, personajes como Pablo Casado incendiando de odio la lumbre...
Respetuoso entendimiento
Sepan los catalanes que en Madrid vivimos también gentes que hoy nos sentimos muy entristecidos, que por encima de nacionalistas somos demócratas y vivimos con la confianza de que deje un día de gobernar el PP y se establezcan bases para un respetuoso entendimiento.
Releo ahora a un hispanista, John H. Elliott, cuyo libro La rebelión de los catalanes lleva por subtítulo La decadencia de España. Trataba de lo acontecido en el siglo XVII. La historia se repite.
- García-Castellón y Gadea dejarán sus plazas en la Audiencia Nacional y Pedraz sopesa hacerse con el juzgado del Tsunami, por Ernesto Ekaizer
- El río subterráneo más largo de Europa está en España: nadie conoce su nacimiento ni su desembocadura
- Airbnb aconseja a los propietarios que no anuncien las piscinas en sus alojamientos turísticos
- Vuelve Moisés a Pasapalabra: el concursante desvela los problemas que sufrió en el pasado y por los que tuvo que abandonar el programa
- La Junta Electoral avala la candidatura de Puigdemont y rechaza la impugnación de Cs
- El invierno vuelve por Sant Jordi: los meteorólogos alertan del fenómeno que nos espera la próxima semana en Catalunya
- La vida de Rosa Peral en prisión: ¿A cuántos años está condenada? ¿Cómo es su día a día? ¿Qué estrategia seguirá en adelante?
- El Barça vive una tragedia insoportable ante el PSG