'This is Spain'

¿Se imaginan a Barack Obama alardeando de sus abdominales? ¿O a Angela Merkel atropellando a un policía? ¿O a François Hollande viajando a ver la selección francesa mientras se quema parte de su territorio? ¿O incluso a Alexis Tsipras negando hoy día la crisis griega? Situaciones ridículas que, aunque parezca mentira, en España se han producido.

A los que presumen de vivir en una de las grandes potencias mundiales, a lo largo de la historia alguien ha llegado a decir que la segunda potencia internacional, se les olvida recordar que España es también el país con mayor número de aforados. Y, seguramente, el que tiene más casos de corrupción. Lidera también el ranking de más quilómetros de Alta Velocidad, junto con China. Y es deficitaria. Se presenta al mundo como un Estado de democracia avanzada y no permite poner las urnas a parte de su población para decidir sobre su futuro. Lejos quedan aquellos tics autoritarios del dictador Francisco Franco que, con el NoDo a su servicio, dirigía a todos los españoles su mensaje como único válido. Pero hoy tenemos el Telediario de TVE, capaz de silenciar el volumen de un pitido al himno español. También quedan lejanos aquellos baños de Manuel Fraga en Palomares, o sus particulares golpes de autoridad al grito de "la calle es mía". Pero ahora, tenemos líderes políticos capaces de atropellar agentes de movilidad y hacerse la víctima o policías retirando banderas republicanas al paso del Rey Felipe por las calles de Madrid.

A España le queda mucho por avanzar. Algunos aún no han superado la llegada de internet mientras pretenden dar lecciones sobre fibra óptica. En un país donde el orgullo es deporte nacional, o las élites actuales empiezan a dejar paso a los jóvenes que tienen un discurso nuevo o poco va a cambiar.