Análisis

Escenario político en ebullición

ÀNGELS PONT

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La última oleada del barómetro político de España de EL PERIÓDICO pone de relieve, de nuevo, la ebullición de la situación política del país. Los datos confirman una fuerte desconfianza de los ciudadanos hacia la política, especialmente la que representan los grandes partidos de siempre, el PP y el PSOE. Menos de un 10% de los ciudadanos muestran confianza en estas dos fuerzas, que habían llegado a sumar el 80% de los votos de los españoles. La encuesta está llena de datos cualitativamente interesantes, que son una expresión de los grandes movimientos y cambios de voto y, por tanto, de la incertidumbre que caracteriza el actual escenario político electoral.

Así, a modo de ejemplo, encontramos que IU encabeza la intención directa de voto en la Comunidad de Madrid, que los electores que en el 2011 votaron al PSOE valoran mejor aCayo Laraque aAlfredo Pérez Rubalcabao que la fidelidad de los votantes de las diferentes fuerzas políticas es baja, incluso en algunos de los partidos que tienen una clara tendencia al alza.

Ya hemos comentado otras veces que las estimaciones fuera de contexto electoral son, más que otra cosa, un indicador del estado de opinión y de las adhesiones a unas u otras formas de actuar. En esta ocasión, y con motivo de las elecciones europeas del próximo año, tenemos dos estimaciones de voto para comentar y para comparar. Las dos, la de las generales y la de las europeas, acentúan todas las tendencias apuntadas en los últimos meses: un importante retroceso del PP y del PSOE y un espectacular aumento de IU y UPD; el primero, gracias sobre todo a los votos procedentes del PSOE y el segundo, gracias a los procedentes del PP. En definitiva, retroceso del bipartidismo y fragmentación del mapa electoral.

Con todo, todavía quedan muchos votos por decidir, que se sitúan en la indefinición y que no parece que sean atribuibles mayoritariamente a la abstención. Esta indefinición es más alta en las elecciones europeas que en las generales y no es transversal: cuanto más jóvenes son los entrevistados, más aumenta la indefinición sobre su voto en las europeas en relación con las generales; en cambio, entre los mayores, el grado de indefinición es relativamente similar en los dos escenarios. Es decir, que los que tienen más propensión al cambio son los que menos manifiestan su opción de voto cara a las europeas. Podría ocurrir que se abstuvieran más, pero también que tuvieran un comportamiento aún más volátil que el que muestran en las generales. En cualquier caso, el escenario que la encuesta reproduce para las europeas, las primeras elecciones a la vista, es el máximo resultado al que pueden aspirar ahora mismo tanto los populares como los socialistas. El alto nivel de indefinición y las características de los indecisos apuntan a que los movimientos que se darán a partir de ahora únicamente pueden ir en una dirección: más pluralidad, más diversidad y más cambio.