Enfermo con salud de hierro

El Grupo Deloitte elabora anualmente un informe con sus predicciones para los medios en el que estudia con todo tipo de datos la evolución de la publicidad, el cine o la tele. En el último predice que los ingresos en las salas de cine de EEUU y Canadá se reducirán este año un 3%. Tras más de un siglo de vida, el cine es un enfermo crónico.

Pero en comparación con lo que ha ocurrido con el negocio del DVD y otros medios tradicionales, su declive frente a las amenazas digitales es mucho menos pronunciado; y aunque el número de entradas se ha reducido (un 18% en la última década), lo ha hecho en muchísimo menor medida que lo acontecido con la aparición de la televisión: en sus primeros 17 años provocó una caída del 78% en la asistencia a salas.

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Es además importante destacar que la estabilidad del sector no está siendo impulsada por las audiencias de los más mayores, como ocurre en la tele en abierto. Los más jóvenes ven televisión alrededor de la mitad de horas al día que las personas de 65 años o más, por lo que dedican más tiempo al cine.

En el 2015, un estadounidense asistió a poco menos de cuatro películas por año de promedio, mientras que de el grupo de 12 a 24 años fue de 6,3 películas.

Así, los jóvenes sí que consumen vídeos en YouTube, en 'streaminng' o en 'apps', pero continúan acudiendo al cine para socializar con amigos y experimentar pantallas grandes. Buenas noticias por tanto: la industria audiovisual más veterana es la que tiene el público más joven.

Además, aparecen nuevos mercados. Los mayores hoy en día son América del Norte, seguido de China, Japón, Reino Unido, Francia e India. Pero la taquilla en China creció el año pasado un 49% interanual, y se espera que sea el mayor mercado mundial en el 2018. También crecen las fuentes de financiación.

Actualmente, casi la mitad de los ingresos totales de una película media provienen de servicios complementarios: ventas de vídeo doméstico, 'pay per view' y licencias para televisión, pases complementarios en la multitud de nuevos canales y hasta del 'merchandising'.

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El único nubarrón parece estar en la parte creativa, con un enfoque centrado cada vez más en las franquicias y las secuelas. Siete de las 10 películas más vistas en el 2015 estaban en esa categoría, y en este año la tendencia sigue incrementándose, ya que actualmente hay hasta 157 secuelas de películas en producción debido al menor riesgo que comportan, y a que las ideas conocidas disfrutan de mayor éxito internacional que los largometrajes independientes.

Por otro lado, la comedia y el drama están quedándose en productos locales y son las películas de acción, efectos especiales y superhéroes de marcado perfil juvenil las que cada vez más atraen al público mayoritario. Sobre todo aquel de los nuevos mercados orientales. Eso, y el cine familiar preferentemente de animación que lidera año tras año las taquillas de todo el mundo.

Con estos datos parece fácil concluir que Bogart hoy no sería la gran estrella que fue. Pero no caigamos en la nostalgia: el pasado no es mejor, solo diferente.