IDEAS

El efecto Quaderns Crema

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Jordi Puntí

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Hace unos meses, escribiendo sobre el premio de Honor de les Lletres Catalanes a Quim Monzó, repasaba su obra y de repente pensé en el efecto Quaderns Crema. Monzó ha publicado más de 20 títulos en la editorial que fundó Jaume Vallcorba en 1979, y todos se reconocen a la legua. Y no solo los suyos, también los de los otros autores del catálogo. La cubierta en la que dominaba el color blanco, el dibujo aleatorio —una caja de cerillas, una maleta, una aceituna rellena— que a menudo diseñaban los hermanos Albert y Jordi Romero, la tipografía Garamond que jugaba con los filetes de Bodoni... Todos estos elementos se confabulaban para hacer unos libros simpáticos, cercanos, que uno quería poseer con la fascinación del niño que colecciona cromos. No diré que compraras el libro por la cubierta, pero casi. Detrás, claro, había una línea editorial que raramente te decepcionaba.

Hablo en pasado no porque hoy en día ya no suceda lo mismo, sino porque Quaderns Crema publica con una periodicidad lenta que dificulta estas filiaciones. Es posible que en el panorama en castellano haya más editoriales que con los años y los aciertos hayan conseguido esa especie de confianza ciega desde las cubiertas —Anagrama, Tusquets, quizás Periférica y Asteroide—, incluso podríamos añadir Acantilado, que Vallcorba hizo crecer desde el modelo de Quaderns Crema.

En catalán, en cambio, de momento cuesta encontrar una complicidad similar. El mundo editorial ha cambiado muchísimo en los últimos 20 años, por la concentración en grandes grupos, pero también por la proliferación de editoriales pequeñas sin el ritmo de edición —todavía, de momento— que tenía Quaderns Crema. Las apuestas cromáticas y tipográficas de Club Editor son un camino, así como se ilustraciones que potencian L’Altra editorial Males Herbes. Da la impresión de que el modelo de la cubierta fotográfica, con una imagen a menudo de agencia, que quiere ser evocadora de algo, empieza a estar caducado, y se diluye enseguida en el exceso visual de las mesas de novedades, por lo que a veces acabas comprando algunos libros 'a pesar' de la cubierta.