Al contrataque

El dúo sacapuntas

Durante un montón de tiempo Millet campó a sus anchas sin que nadie pusiera el grito en el cielo. ¿Nadie sabía nada?

Ocho años después 8Millet llega al Palau de la Justícia, ayer.

Ocho años después 8Millet llega al Palau de la Justícia, ayer.

JORDI ÉVOLE

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Después de 8 años de espera, la semana pasada empezó el juicio del 'caso Palau'. Félix Millet llegó un poco tarde a la primera sesión. No me extraña. Qué les hubiera costado esperar ocho años más para que la gente tuviera tiempo de llegar a la hora. Es que siempre vamos con prisas. Cuando veo a Millet sentado en silla de ruedas, me acuerdo de otro que hace unos años tenía que ser juzgado y cuando consiguió regresar a su país, de repente, se levantó de la silla de ruedas y empezó a caminar tan tranquilo. Soy un malpensado. Siempre pienso que Millet nos está haciendo la pirula.

Pero lo que más me sorprende no son sus tejemanejes, sino que durante un montón de tiempo este hombre campara a sus anchas sin que nadie pusiera el grito en el cielo. ¿Nadie sabía nada? Pues no estoy tan seguro, porque he oído que la Sindicatura de Comptes hizo un informe a principios de este siglo donde ya se indicaba que algo no cuadraba. Sin embargo, nadie paró a Millet. Hay partidos que son capaces de crear estructuras de Estado por si acaso somos independientes, pero que no fueron capaces de crear nada para cortarle las alas a este confeso delincuente. No lo entiendo. Y no solo para cortarle las alas a él, sino también a su compinche Montull, otro pájaro confeso.

Félix Millet se llevaba el 80% del botín y Jordi Montull, el 20%. Es lógico, porque Millet tenía que ahorrar para la boda de sus hijas. Todo el mundo sabe que casarse cuesta un ojo de la cara. Aunque si tienes cara, puede no costarte nada: las bodas de las hijas de Millet acabó pagándolas el Palau y los consuegros. Él no pagó ni un duro. Pero el cachondeo no se acaba aquí. Montull ya ha anunciado que esta semana el juicio va a ser “más divertido”. Son el Dúo Sacapuntas.

UN 3% MÁS DIVERTIDO

Al parecer, Jordi Montull quiere sacarle punta a la supuesta financiación irregular de la antigua Convergència. Si es así, se supone que esta semana el juicio será un 3% más divertido. Dicen que Montull quiere tirar de la manta para librar a su hija de la cárcel. O, al menos, para reducir su posible condena. Es decir, que a lo mejor podemos enterarnos de si los convergentes delinquieron aunque, si por fin nos enteramos, será porque rajará un delincuente.

Tiene delito la cosa. Y, claro, eso provoca dudas. ¿Será fiable lo que confiese este hombre? Bueno, a ver si ahora nos vamos a poner estupendos. Si cuando Montull dijo que no había matado a Kennedy nos lo creímos, ¿por qué no podemos creérnoslo ahora? Si al final delata a CDC, y no nos da gato por liebre, lo que me parecerá increíble es que hayamos tenido que esperar un montón de años para cazar la liebre que levantó Maragall. Si al final Montull delata a CDC, y nos dice la verdad, yo también querré desconectar, desconectar de las mentiras,  complicidades y silencios que hemos padecido aquí. Tenemos una gran facilidad para ver la viga en el ojo ajeno. Los unos y los otros. Y aquí somos infinitamente mejores denunciando lo que nos roba España que denunciando lo que pasa en Catalunya.