ANÁLISIS

El día en que Puyol dio un titular

Bale celebra el tercer gol de la final

Bale celebra el tercer gol de la final / periodico

Sònia Gelmà

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Cuando Carles Puyol era futbolista aparecía en la sala de prensa con un único objetivo: evitar ser noticia. Y lo conseguía, la nada se le daba bien. El sábado pasado, el Madrid hizo historia y Puyol, también. Fue el día en que dio un titular, imaginen ustedes hasta qué punto le debía hervir la sangre en ese momento.

El excapitán pide una reflexión sobre las prioridades. Apunta directamente a la Copa del Rey y la innecesaria participación de los titulares. No es un debate nuevo, y la primera salvedad a la opinión de Puyol es que era igual de válida hace un mes y medio. Y quizás menos dolorosa. Porque las reflexiones del Barça como entidad no deberían partir de los éxitos del Madrid.

La capacidad del Madrid para ganar Champions resulta envidiable, aunque poco inspiradora como modelo. El Barça solo ha ganado Copas de Europa cuando esta ha sido la guinda a una temporada casi perfecta, el Madrid es capaz de tropezarse con ellas como flotador en un año horrible. En vez de luchar contra su idiosincrasia, el Barça debe reflexionar alrededor de lo que le ha hecho grande: el balón. El juego. Y sí, añadirle talento para que los titulares no tengan que jugarlo todo, podría ayudar.

El Barça ha sumado dos tripletes en la última década, y ese hecho excepcional, que debería ser tratado como tal, se ha convertido en un listón de partida que acaba perjudicando. Y tanto Valverde, como antes Luis Enrique, apostaron por los titulares cuando se vieron en aprietos en un título que veían cercano. Pero obviamente, no es la única razón que explica que el Barça solo haya accedido a una semifinal europea en los últimos cinco años. Ni siquiera este último año, pues parece atrevido relacionar la relajación de Roma con el desgaste de la Copa.

Ya pudo caer ante el Chelsea

Lo preocupante es que el equipo ya pudo quedar eliminado en octavos ante el Chelsea tras jugar a la ruleta rusa en Stamford Bridge. Cuando el listón de exigencia subió, el Barça empezó a sufrir, quizás por el desgaste de minutos, quizás porque al equipo le faltó fútbol. El Barça llegó al momento decisivo de la temporada sin que sus mejores jugadores estuvieran en un momento dulce. Algo similar a lo que viene pasando las últimas temporadas. Y cuando algunos titulares pasan un mal momento o caen lesionados, los recambios están demasiado alejados en cuanto a calidad.

Alguna cosa falla en Europa y no solo es el desgaste. La Copa del Rey no es el origen, sino el reflejo de una plantilla limitada. Porque en los últimos años, les ha dejado fuera de la competición la Roma, la Juventus o el Atlético de Madrid. Eso merece una reflexión que nada tiene que ver con el Madrid, con quien no se enfrenta desde el 2011. No es su éxito el problema azulgrana.