Al contrataque

El día de la madre... de Baltimore

Jordi Évole

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Ayer, Día de la Madre, me acordé de esa señora de Baltimore que salió corriendo de casa en busca de su hijo para que no se metiera en líos. Resulta que la mujer estaba viendo la tele cuando, de pronto, el muchacho apareció en pantalla formando parte de un grupo de manifestantes que se enfrentaba a la poli. Tras salir disparada a la calle, la madre encontró al chaval y le pegó un broncazo con guantazos incluidos. Y así, sin dejar de calentarlo, se lo llevó para casa. Toya Graham, que así se llama esta mamá, ha dicho: «Estaba muy enfadada porque nadie quiere ver a su hijo haciendo algo así». O sea, haciendo algo ilegal. Toya ha recibido muchos elogios. Entre sus fans se encuentra el comisionado de la policía de Baltimore, quien ha señalado: «Desearía que más padres controlaran a sus hijos». Este hombre lo ha clavado.

Un ejemplo: todo habría sido diferente si Toya hubiera sido la madre de Rodrigo Rato. Imagínatela, viendo la tele y, de repente, observa que su hijo está tocando la campana de la salida a bolsa de Bankia. Madre mía, seguro que esta mujer hubiera salido zumbando de casa para pillar a Rodrigo. Y una vez pillado, empezaría a darle hondonadas de hostias y a gritarle: «Me tienes harta. Siempre pidiendo dinero. Nos vas a arruinar a todos. ¡Tira pa casa ya!». Con una madre así, otro gallo nos habría cantado. Y no solo con Bankia. El caso Pujol no sería lo mismo si Toya hubiera sido la madre del casoexpresident Suponte que esta mujer está tan tranquila viendo la tele cuando se entera de que su hijo ha defraudado a Hacienda. Y, claro, sale corriendo de casa para meterle a Pujol. «¡Es que no puedo estar tranquila ni un momento! Venga, pa casa. Y sin rechistar. Que no quiero oír más tonterías sobre que eres un referente moral». Por no hablar de la bronca que les habría caído a los hijos. Claro que en vez de Toya la madre de los Pujol era Marta, que igual hubiese animado a sus hijos a pillar más ya que «no tenían un duro».

El caso de Rus

¿Y si Toya hubiese sido la madre de Alfonso Rus, presidente de la Diputación de Valencia? Pues de entrada igual estaría orgullosa de su hijo y sus amigos por lo bien que saben contar de mil en mil. «2.000, 3.000, 4.000, 5.000, 6.000, 7.000, 8.000, 9.000, 10.000, 11.000, 12.000». Y lo bien que saben convertir los euros en pesetas: «12.000, dos milions de peles». Pero teniendo en cuenta la aversión de Toya a lo ilegal, se molestaría porque lo que contaban eran billetes que venían del cobro de comisiones ilegales. Presuntamente. Y la madre le pegaría un presunto collejón por contar presunto dinero negro. Que hasta para el dinero somos racistas. Aunque Rus hizo un esfuerzo por la igualdad: nunca le importó el color del dinero. Ahora su partido lo aparta, el mismo partido que pagó la reforma de su sede con dinero del mismo color. Yo de Rus me iría a protestar a Baltimore. Y con un poco de suerte hasta le caía un buen collejón.