Despedida de soltero cada día

Cada vez que vienen elecciones, me maravilla la capacidad de sufrimiento que demuestran los políticos de turno. Ellos no se dan cuenta, obsesionados por obtener votos, pero durante la campaña su vida se convierte en una despedida de soltero sin pausa. Organizando la fiesta hay siempre un jefe de comunicación sádico que convence al candidato para que realice todo tipo de disparates y humillaciones. Detrás, como comparsas, van sus compañeros de partido, todos con la misma camiseta y riéndole las gracias. Estos días, a un mes largo de las elecciones, ya han empezado las primeras pruebas de virilidad: uno a uno, en riguroso orden de representación parlamentaria, los candidatos se imitarán a sí mismos en elPolònia, esperando su vez como quien va al barbero para que le trasquilen.

Antes los baños de multitud eran reales, y no virtuales. Los candidatos iban a los mercados a repartir folletos, se dejaban besuquear por una verdulera y de vez en cuando un jubilado antipático se desahogaba y ellos lo encajaban con una sonrisa postiza. Saliendo del mercado iban a caracoladas, arrozadas, calçotades populares, aunque el pimiento les sentara mal y luego tuviesen ardor toda la noche. Es cierto que ahora siguen pisando calle por tradición, pero las campañas han caído en manos de publicistas y diseñadores que viven en una Catalunya paralela, jóvenes que dedican los sábados por la tarde a los videojuegos y creen que el Matagalls es una seta venenosa.

Es el signo de los tiempos. Estos días algunos partidos ya han empezado el ritual de propagar vídeos virales en blogs, Twitters y Facebooks. En el vídeo de Ciutadans, por ejemplo,Albert Riveraaparece rodeado de gente en pelotas, pero él sigue vestido. Eso sí, el detalle intrigante es una chica embarazada que desde hace cuatro años guarda una foto delRiveradesnudo en un cajón de la cocina. En cambio, el primer espot de ERC en su web se centra en los votantes, lagent valenta, y es fácil intuir en su tono cercano y sentimental las ideas que les vendió el creativo: «Será una mezcla de los anuncios de Codorniu y BMW, con la mirada deIsabel Coixet. Y con música original, que sino la SGAE nos deja secos». Ahora habrá que ver qué hacen los otros partidos. En todo caso, la espiral multimedia pide un final espectacular: nada mejor que el cara a cara entre el Increíble Hombre Normal ygovernorMas.Ya lo veo: un debate de superhéroes, con efectos especiales, quizá incluso en 3-D…