OPINIÓN

Los desahucios, Azúa y la serendipia

JESÚS RIVASÉS

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Pedro Sánchez, en Madrid, gasta su penúltimo cartucho en su búsqueda de la Moncloa, en forma de carta de Antonio Hernando a Pablo Iglesias en la que explica que el PSOE habría admitido el 70% de las propuestas de Podemos. Todo indica que el líder de los socialistas pretende dejar en el tejado del adversario la responsabilidad de la repetición elecciones. Son las reglas de la política y si al final Sánchez alcanza su objetivo de ser investido presidente, se habrá tropezado, de alguna manera, con una serendipia, que fue el tema del discurso de ingreso en la Real Academia Española (RAE) del barcelonés Félix de Azúa, que acaba de protagonizar una polémica con la alcaldesa Ada Colau en las páginas del semanario Tiempo. 

La serendipia, como la define la RAE, es un "hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual". Azúa recuerda que Colón descubrió América cuando buscaba las Indias, pero el académico extiende el significado de la palabra a asuntos más humildes, aunque no menos importantes. No lo dice pero quizá podría aplicarse a los desahucios. Casi al mismo tiempo que el escritor ingresaba en la RAE y en medio del guirigay político -con frecuencia los árboles no dejan ver el bosque-, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicaba los datos de ejecuciones hipotecarias de 2015.

Los datos, que para muchos pueden tener algo de serendipia, están ahí. Son susceptibles de interpretaciones diferentes, pero son los que son. El INE ha registrado un 15,1% menos de ejecuciones hipotecarias iniciadas de viviendas en 2015 con respecto a 2014. En total fueron 59.808, de las que 38.943 viviendas son propiedad de personas físicas y las restantes 20.865 de empresas. Como aclara el INE, esa cifra no se corresponde con la de viviendas que han tenido que entregar sus propietarios. Se trata de procesos iniciados que no en todos los casos concluyen con el lanzamiento -desalojo- de sus ocupantes. 

El INE, que preside Gregorio Izquierdo, no ofrece datos de cuántas viviendas tuvieron que entregar efectivamente sus propietarios. Esas cifras las recopila y publica el Banco de España (BE) que gobierna Luis Linde.Todavía no están disponibles las del 2015, sí las del periodo 2012-2014, en el que hubo 110.140 entregas de viviendas, de las que 56.945 fueron entregas voluntarias y 53.195 judiciales. El BE precisa además que el número de viviendas ocupadas que fueron entregadas se reduce a 6.563. Por último, detalla que en esos tres años solo en el caso de la entrega de 380 viviendas tuvieron que intervenir las fuerzas del orden. Todo desahucio es un drama humano y social, pero como el total de viviendas en España es de unos 19 millones, a pesar de la dureza de la crisis, más del 99,4% de familias españolas ha conservado su vivienda. Un dato que para algunos, sin duda, será un hallazgo muy valioso, quizá una serendipia, con permiso de Félix de Azúa. Mientras, Pedro Sánchez todavía persigue la suya.