Delitos en una Barcelona 'cool'

Hoy es el día después del Mobile World Congress. Barcelona se siente orgullosa por haber convocado en cuatro días a miles de profesionales de todo el mundo que han dejado unos 400 millones de euros. Un total de 3.400 periodistas habrán hablado de nuestra ciudad, lo que supone una promoción de incalculable valor para una Barcelona que no es únicamente un lugar moderno y agradable, sino también, según un informe del Ministerio del Interior, una ciudad en la que el año pasado se produjeron 117.265 delitos, lo que hace una media de 429 por día. Que no son pocos.

Hace unas semanas fui víctima de un robo. Tuve que acudir a la comisaría de Les Corts para presentar la denuncia. Un reguero de personas se alineaba frente al mostrador para denunciar un suceso con la tibia esperanza de que se imparta justicia. Los mossos, cuyos medios tecnológicos -lo pude comprobar por mí mismo- no son los más acordes con los de una policía que vela por la seguridad del mayor congreso mundial de tecnología, les atendían como podían. Delante de mí estaba una señora de origen latino que había sido víctima de una agresión por parte de un guardia de seguridad de unos grandes y conocidísimos almacenes. La pobre mujer sollozaba y narraba al mosso la humillante vejación de verse agredida y pateada delante de otras personas sin poder demostrar que no había robado nada. Había sido abofeteada y arrastrada hasta un cuarto donde se le pidió que no denunciase la injusta agresión de la que había sido víctima. Un parte de lesiones era indispensable para poder llevar adelante la denuncia. Se marchó de la comisaría en busca de un médico. No sé si volvería o se rendiría al desánimo que infunde tanta soledad.

Una realidad invisible de una Barcelona coolen la que, ojo, se perpetran 18 delitos por hora.