La clave

El debate que nunca existió

En los más de cinco años que dura ya el 'procés', apenas se han estudiado los efectos que una secesión a cara de perro puede tener en la vida de las personas

Edificio del Banc Sabadell en Barcelona.

Edificio del Banc Sabadell en Barcelona. / periodico

JUANCHO DUMALL

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La decisión de grandes empresas catalanas de cambiar el domicilio social para irse fuera de Catalunya ha abierto, tarde y mal, el debate nunca celebrado con sosiego sobre los efectos económicos de una hipotética secesión a cara de perro.

En los más de cinco años que dura ya el proceso soberanista, el debate ha discurrido más por las alturas etéreas de la gestión de los sentimientos y sobre los agravios y el choque de legalidades entre Catalunya y España que sobre los efectos que en las vidas de las personas puede tener la independencia.

El soberanismo, subido en una enorme ola de ilusión colectiva, no ha querido bajar al terreno de lo concreto y se ha limitado a alimentar la fe de su parroquia. No hay más que rescatar el revelador vídeo de Artur Mas en la campaña electoral del 2015 y su acalorada proclamación de que «los bancos no se irán de Catalunya». 

Es cierto que en estos años se han publicado algunos trabajos sobre los efectos económicos de la independencia y la viabilidad de una república catalana. Pero muchos de esos artículos y libros tenían el aroma de la propaganda en un debate político polarizado al extremo. Se ha echado de menos un contraste sosegado de opiniones de los expertos con explicaciones didácticas para el conjunto de la población llamada a decidir.

Efecto psicológico

Por eso ahora los anuncios del Banc Sabadell, CaixaBank, Gas Natural y Agbar han sonado como un cañonazo, recibido con estupor en unos sectores y con alarma en otros. Los cambios de domicilio social tienen un efecto limitado en la economía real, por más que ya hayan salido a la palestra los catastrofistas. Pero las decisiones de los consejos de las grandes empresas son un anuncio de que el dinero teme la ruptura. Malas noticias para quienes han venido hablando de una secesión indolora.

Las noticias de los últimos días han tenido un efecto muy importante en el plano psicológico sobre una población, cuando menos, inquieta. A fin y al cabo el 'procés' se está librando en buena medida en el terreno de la propaganda.