tú y yo somos tres

Cugat, retrato de un 'adaptógeno'

FERRAN MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Acaba de emitir TV-3 ('Sense ficció') el trabajo audiovisual más completo que se ha hecho sobre la vida fulgurante y espumosa de Xavier Cugat, 'El rey de la rhumba', como le llamaban en Hollywood. Es un documental cinematográfico de Diego Mas Trelles. Es un repaso muy exhaustivo y entretenido a toda la vida de este showman. Nació en Girona. A los 4 años su familia se fue a Cuba, y a los 18 emigró a Estados Unidos. Y allí se quedó hasta sus últimos ocho años de vida: vino a morir, a los 90 años, a Barcelona. Nunca fue por el mundo de catalán, ni de español, ni de europeo. Iba de músico 'entertainer latin lover'. A su manera. No solo fue famoso por su violín, sus chihuahuas, y sus adaptaciones de la rumba, el mambo y el cha-cha-chá. También se le conocía por ser descubridor de extraordinarias señoras. Además de descubrirlas, se casó con varias de ellas. Decía, con su habitual ironía, que así las tenía sujetas. A Margarita Cansino la sacó de Tijuana y la transformó en Rita Hayworth. También Rita Montaner, Lina Romay, Abbe Lane, Charo Baeza -que la pescó en Murcia y la hizo artista en Las Vegas- y en el tramo final de su vida, ya en Barcelona, descubrió a la vocalista de la Orquestra Caravana, Anna Maria Agustí. Le gustó. Le puso de nombre artístico Nina. Y la lanzó al firmamento, que entonces ya era la tele.

Cugat no fue un hombre de televisión. Su época de gran éxito es pre-televisiva. Lo que tenía era una habilidad colosal para adaptarse a los ambientes. Se acomodaba bien a cualquier climatología social que dominase el momento. Sabía dinamizar y retroalimentar cualquier atmósfera. Pasaba de ser condecorado por Batista, a amenizar las fiestas del archimillonario William Randolph Hearstde ser el músico personal de Al Capone en el cabaret 'Chez Paree' de Chicago, a ser el artista predilecto de Bugsy Siegel en el Flamingo de Las Vegas. En 1947, cuando el doctor Nicolai Lazarev descubrió las sustancias 'adaptógenas', acababa de descubrir a Cugat sin saberlo.

Conocí a Cugat en agosto de 1974, en el hotel Ritz de Barcelona. Publiqué la conversación en 'La Vanguardia'. Me habló con admiración de la mafia. Estaba bajo su protección. Venía comisionado por ellos a comenzar a mover la implantación del juego en España. Su diseño era repetir Las Vegas: crear casinos en una sola zona. No se aceptó. Se prefirió el sistema francés. Había muchísimo dinero de por medio. Pero esa es otra historia.