La rueda

El cuento de los cerditos y el lobo

MANEL FUENTES

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En el cuento de los cerditos y el lobo, al final se salvan todos. Eso sí, los cerditos más díscolos salvan la piel, pero terminan el cuento sin hogar y con sus pertenencias desparramadas tras el soplo del lobo feroz.

Hoy, parte de los países europeos llamados PIGS, cerditos en inglés, se abrazan afrau Merkel, que sigue instalada en su búnker de acero antiinflación. Grecia, Portugal e Irlanda ya han comprobado cómo sus estructuras de Estado eran de paja ante las embestidas del mercado.

Pero el jueves hubo una reunión en Bruselas y en este vaivén de sensaciones sin razón ahora toca un poco de entusiasmo.

Desde el jueves, los PIGS se abrazan afrauMerkel,mientras las bolsas suben, y los optimistas ven más cerca la salida del túnel. Pero nadie ha matado al lobo, y hay muchas casas que se aguantan con cuatro palos. De hecho, todo el edificio.

El lobo ha tenido que meterse en remojo porque la quita del 50% de la deuda griega le ha dejado la cola chamuscada. Pero, a la que coja aliento, el lobo volverá. Y soplará, sacando a relucir nuestra extrema debilidad.

La debilidad está en la estructura del bloque de pisos desde que lo construimos con euros, pero sin políticas económicas y fiscales ni comunes ni complementarias.

Con el aprovisionamiento de fondos bancarios ante una posible quita de la deuda española, hemos abierto la puerta de la desconfianza en el Reino de España.

¿Los bancos querrán tener deuda sabiendo hoy que ya no es segura al 100%? Si la ponen en circulación en el mercado secundario, ¿no tendremos una forma extra de hacer aumentar la prima de riesgo para futuras emisiones?

Hoy suena la música en casa de los cerditos, pero a veces la calma no es la antesala de la bonanza, sino de una nueva tormenta. Tenemos casi cinco millones de parados. La economía no arranca y restringiremos todavía más el crédito. El lobo se va a poner las botas. Las nuestras.