ANÁLISIS

¿Crisis? ¿Qué crisis?

Valverde, de cuclillas, en el partido ante el Athetic.

Valverde, de cuclillas, en el partido ante el Athetic. / periodico

Albert Guasch

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Crisis? What crisis? Era el título escéptico de un disco de Supertramp de los años 70. Se utilizó luego para documentales y otras cosas, pero pareció que ese escepticismo estuviera en la cabeza de Ernesto Valverde antes del partido. Messi, en el banquillo de entrada; Busquets, también. ¿Hay crisis? Pues parece que ahora ya sí. Tres resultados adversos dan para hablar de una situación que deja de ser accidental.

Valverde se plantó en el área técnica con los brazos en jarra. Luego se sentó en la butaca del banquillo. Y no tardó en ponerse en pie de nuevo, dio unos pasos y se colocó en cuclillas. Como si buscara la mejor perspectiva. Y la realidad es que no había manera de que al equipo se le viera bien.

Ha llegado un momento en que entran dudas sobre qué manera pretende jugar el Barça. ¿Quiere jugar por las bandas? ¿Quiere combinar por dentro? ¿Quiere correr? ¿Quiere pausa? Abunda la vía heroica individual y cuesta de averiguar el método colectivo. Y eso que ayer era el día para que, en ausencia del argentino, todos encontraran la forma coral de competir.

Operación de rescate

Tras una decepcionante primera parte, Messi saltó al campo entre las obligadas muestras de pleitesía de la grada, pero también con el desgarro del náufrago. Se le imploró la salvación, que protagonizara otra operación de rescate. Hizo lo habitual, que es proporcionar adrenalina al equipo y echar contra las cuerdas al contrario. Y correr y correr hasta la asistencia en el gol de Munir.

No fue suficiente. Otra tarde que se apaga con el sabor amargo de que las piezas se hallan desacopladas. Y que la defensa no cierra como antes. Se agarra Valverde a la verdad de que el equipo, con un poste reconvertido en gol, podía haber ganado. Pero la subjetividad imperante es que su Barça lleva demasiados partidos con las ideas secas como las bandas que encadenan disco fallidos. "El problema es el ruido que se genera con los resultados negativos: no te dejan ver la realidad", dijo. Una forma implícita de aludir al accidente de nuevo. Crisis? What crisis? Es lo que parecía decirnos.