El crepúsculo de los dioses

La foto de Carles Puigdemont y Ai Weiwei que el 'expresident' ha publicado en su cuenta de Twitter.

La foto de Carles Puigdemont y Ai Weiwei que el 'expresident' ha publicado en su cuenta de Twitter. / periodico

Olga Ruiz

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La respuesta la tenía Billy Wilder, solo hacía falta disfrutar una vez más de una de sus inmensas obras maestras, 'Sunset Boulevard' (en español 'El crepúsculo de los dioses') para entender de forma precisa lo que está pasando en Catalunya en los últimos tiempos. Carles Puigdemont es la mejor recreación hasta la fecha de Norma Desmond, personaje inolvidable interpretrado por Gloria Swanson.

Nuestro 'PuigDesmond' también fue una estrella reconocida en otro tiempo, su determinación, vehemencia y sus dotes de liderazgo le llevaron a lo más alto del llamado procés, a ser el responsable de su clímax, a guiar ese éxtasis colectivo del independentismo, era el líder, el gurú y ejercía como tal: selfis, sonrisas, saludos, entrevistas… El líder de Junts per Catalunya era una celebridad para la política independentista, como Desmond lo fue para el cine mudo.

Pero, de la misma forma que la llegada del cine sonoro apartó del estrellato al personaje de Wilder, el contexto, las circunstancias y la incursión de nuevos actores, han acabado por apartar a Puigdemont, que para algunos, fuera y dentro de su propio partido, está anclado en el pasado. Lejos de aceptar que sus días de gloria han pasado, se aferra a un retorno triunfante, e inventa una y otra vez una jugada maestra que le haga recuperar el protagonismo perdido. Si la política catalana independentista no le ha reservado un papel en el nuevo guion, no importa: se lo crea él mismo con la ayuda de alguno de sus acólitos. Da igual si jamás va a ser representado, lo importante es que parezca que sí.

Este fin de semana Puigdemont se ha vuelto a reunir con sus diputados en Berlín para reescribir ese guión, Desmond se reunía en su mansión con  los antiguos compañeros del cine mudo para jugar al bridge, se les conocía como "los actores de cera". Reuniones a priori plácidas, que solo servían para alimentar egos inmensos, que buscaban a la desesperada recuperar el esplendor perdido. Eso pasaba en Hollywood... y eso ha pasado en Berlín. Alimentan la idea de que Puigdemont sigue siendo la única estrella, aunque sea necesario un plan D, siempre efímero, un presidente o presidenta testimonial, una marioneta cuyos hilos moverá él desde Berlín.

¿Quién quiere ser el presidente o presidenta de paja? ¿Quién quiere dejarse mover al antojo de la estrella ausente? Parece que el tiempo de mártires políticos también es cosa del pasado. Si hubiera un solo candidato que aceptara tales condiciones ya lo sabríamos. No tengan ninguna duda. Por si alguien no la ha visto no voy a hacer 'spoiler' de la escena final de 'El crepúsculo de los dioses', es de obligado visionado y posterior reflexión. Sin embargo, cuando el malogrado personaje Joe Gillis se encuentra por primera vez con la estrella del cine, le dice: "Usted es Norma Desmond. Salía en las películas mudas. Era usted grande". La actriz, airada responde: "Soy grande. Son las películas las que se han hecho pequeñas".

Billly Wilder tenía la respuesta.