Contrapunto

Contra el paro, con 50 euros no basta

SALVADOR SABRIÀ

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Ante el problema del paro, llueve sobre mojado. Tras casi cinco años de dura crisis económica, se sigue intensificando todavía la destrucción de empleo y además se reduce la población activa.

Cada vez trabaja menos gente para poder pagar los gastos del resto de la sociedad. Y, además, si se analizan los datos de la encuesta de población activa (EPA) al detalle, se ve cómo se está consolidando otra tendencia preocupante de cara al futuro de la sostenibilidad del sistema: el empleo a tiempo parcial va al alza y ya supera la tasa del 15%.

Es un dato que se suma a la disparada tasa de temporalidad. Dicho de otro modo, la calidad de los empleos existentes se deteriora y aporta a los que tienen este tipo de contratos muchos menos ingresos que un empleo a jornada completa. Y caen a la vez las entradas a la caja de la Seguridad Social.

Para algunos analistas, esta tasa de empleo a tiempo parcial, auspiciada por la reforma laboral, no tiene por qué ser negativa si se corresponde solo a un mecanismo de ajuste de las empresas para superar momentos de recesión y evitar así despidos. El peligro es que esta situación se consolide, incluso cuando las cosas mejoren.

El precedente de losminijobsen Alemania apunta en esta línea. En los cuatro últimos años de crisis, el primer trimestre ha sido uno de los peores para el empleo. El presente no será diferente. El prestigioso Instituto Flor de Lemus, de la Universidad Carlos III de Madrid, prevé en el primer trimestre del 2013 un total de 6,24 millones de parados, con una tasa de desempleo del 27,2%. Y vaticina que la punta de la crisis llegará en otro fatídico primer trimestre, el del 2014, con una tasa de paro del 28,2%.

Desgraciadamente, suele acertar mucho. El Gobierno debería actuar con celeridad para evitar que estas previsiones se cumplan. No puede ser que se tarde tanto en poner en marcha un plan efectivo de ayuda a los emprendedores. Uno de los pocos datos positivos de la EPA es el aumento de trabajadores que logran un empleo por cuenta propia. Los autónomos emergen como un filón de ocupación.

La última propuesta de limitar a 50 euros las cuotas a la Seguridad Social durante el primer medio año de un joven emprendedor se queda muy corta ante la magnitud de la tragedia del desempleo. A veces, un esfuerzo mayor de entrada permite logros más efectivos a medio plazo. Francia es un ejemplo: muchos más incentivos que los que se ofrecen aquí han permitido crear en cuatro años un total de un millón de autoempleos, como destaca la patronal catalana Cecot. Seguro que a la sociedad le sale a cuenta.