Gente corriente

Consol Bancells: "Enseño a mirar una Barcelona llena de detalles"

Historiadora del arte y fotógrafa. Quiere rescatar lo que queda del modernismo con su cámara digital.

«Enseño a mirar una Barcelona llena de detalles»_MEDIA_1

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Óscar Hernández

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Estudiaba Historia del Arte cuando le salió una suplencia en el Hospital de Sant Pau. Aquella fue una oportunidad para trabajar empapada de modernismo. Unió medicina, arte y fotografía. Y lo que se gestó como un trabajo de universidad ha acabado en una decena de libros y en un gran archivo fotográfico modernista. Consol Bancells (Barcelona, 1959) enfoca con su cámara este estilo tan barcelonés para aislar el detalle, que queda así inventariado en su ordenador y rescatado de la piqueta.

-¿Está en peligro el modernismo?

-Los comercios antiguos sí. Y algunos tienen casi 200 años. Un farmacéutico de la calle de Ferran me hizo abrir los ojos. Me explicó que la ley de arrendamientos urbanos (LAU) provocará en el 2014 la revisión de los alquileres de tiendas de precio bajo. Tiendas de toda la vida dejarán de serlo. Desaparecerán.

-Pero esto ya está ocurriendo.

-A veces me entran ganas de llorar. En Llibreteria había una mercería de época donde ahora hay un supermercado. En la antigua Llibreria Ona, de la Gran Via, ponen una pizzería. Por suerte, han conservado la vidriera al ácido.

-Imagino que es caro conservar.

-Ese es otro de los problemas. Muchos inmuebles modernistas del Eixample han dejado de albergar viviendas para dar paso a oficinas. Pero ahora las empresas también se van al 22@ y dejan pisos enormes, de 200 metros, en algunos de los cuales ya he visto que se han hecho dobles entradas y se ha partido por la mitad. Algunos propietarios me han manifestado la idea de crear una asociación que asesore y defienda este patrimonio. Sería magnífico que parte de los ingresos que genera el turismo revirtieran en mantener el modernismo.

-Ha fotografiado muchos pisos y tiendas modernistas. ¿Cómo?

-Contacto primero con el administrador para que informe a los vecinos. Tener una web ayuda a que vean mi trabajo. Luego acudo y fotografío zonas comunes y viviendas. Utilizo un gran angular para planos generales y el tele para el detalle. Fotografío el metal (pomos de puerta, tiradores, lámparas...), los techos, la cerámica, la madera, los esgrafiados, las vidrieras... Capturo el trabajo del artesano, el arquitecto y el artista, que impulsados por la burguesía lograron un resultado excelente.

-¿Qué son los sopladores?

-Es un sistema de timbres que consiste en unos tubitos en los que hay que soplar desde el vestíbulo para que suene el timbre en la vivienda. He encontradobufadorsen tres edificios modernistas. Pero no puedo decir dónde están porque todo el mundo iría a verlos y hay riesgo de que desaparezcan. Y se expolia mucho.

-¿La Administración no lo evita?

-El ayuntamiento compró la Casa Burés, en Girona esquina con Ausiàs Marc, que es espléndida. Era del dueño de El Burrito Blanco, pero está abandonada. Luego la compró la Generalitat para hacer el Centre d'Interpretació del Modernisme, pero no ha prosperado. También se ha alquilado como plató de películas. Pero sigue vacía, Y es solo un ejemplo.

-¿Qué joya modernista recomienda, entre las no tan conocidas?

-Sin duda la Casa Comalat, en la Diagonal, delante de Casa Àsia. Representa el arte total. No hay otra casa particular con tanta cerámica y vidrieras conservadas. La hizo Salvador Valeri Pupurull, que era amigo de Gaudí. Las vidrieras son excelentes y las piezas de cerámica están firmadas por una empresa de Reus, Ahora hay oficinas y el portero no deja entrar a los curiosos.

-Pasión fotográfica.

-Con la cámara no necesito ir al psiquiatra. Este trabajo me da libertad de horarios. No gano mucho dinero con las fotos y los libros, pero soy feliz. Hace años lo dejé para ayudar a mi marido en un laboratorio de investigación. La fotografía antes era muy cara: el revelado, el mensajero para enviar originales, las copias... Pero ahora, con la cámara digital, todo es más sencillo. Descubrí que en mi paréntesis de 12 años se había publicado muy poco de modernismo y mucho sobre Gaudí, lo que me animó a retomar mi proyecto.

-Y no ha parado. Ocho libros desde el 2004.

-Sí, y he descubierto que con ellos enseño a la gente a mirar una Barcelona que no solemos mirar, repleta de detalles en sus edificios y comercios antiguos. El Eixample es único.

-Gracias a Gaudí.

-No son solo Gaudí, Puig i Cada-

falch y Domènech i Montaner. Hay muchos más. Ahora conozco su obra y a algunos de sus descendientes.