El 'conseller' Jordi Jané y la trágica muerte de Salou

XAVIER RIUS

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Al nuevo 'conseller' d'Interior, Jordi Jané, se le ha cambiado la cara esta semana con motivo de las comparecencias y declaraciones por la muerte del senegalés Mor Sylla, el mantero que cayó la madrugada del martes desde el balcón de su piso en Salou.

Jané, que llegó a la Consellería a finales de junio, a pesar de su larga trayectoria en el Congreso de los Diputados, era casi un desconocido para la ciudadanía, y tuvo sus primeros telediarios de gloria con motivo del incendio de Òdena con unas largas intervenciones en directo en las que, en algún momento, más que un 'conseller' que informa sobre las tareas de extinción, parecía un comentarista deportivo, que haciendo un gran uso del lenguaje corporal, retransmitía con entusiasmo el combate duro, pero victorioso de los bomberos, forestales, ADFs y medios aéreos contra el fuego. Días más tarde daba una nueva muestra de su carácter comunicativo analizando el incremento de accidentes de tráfico motivados por el uso del móvil y, mientras agitaba ante las cámaras su propio teléfono, lamentaba que mucha gente envíe WhatsApp mientras conduce.

Pero su cara ha cambiado radicalmente en las comparecencias y entrevistas realizadas con motivo de la muerte del mantero senegalés en Salou. Y si en las comparecencias y entrevistas sobre el incendio su semblante mostraba un entusiasmo y optimismo, incluso tal vez exagerado, lo que ha mostrado esta semana por los hechos de Salou parecía el propio de alguien consciente de que ha iniciado un calvario en el que según cono vaya, él será la víctima expiatoria a pesar de no ser en ningún caso responsable.

Y es que al igual que el cuerpo de Mossos, el consejero Felip Puig, y el Director General de la Policía, Manel Prat, sufrieron un fuerte desgaste al contradecir después las pruebas o las resoluciones judiciales sus primeras y segundas versiones sobre el caso Ester Quintana o el caso Benítez del Raval, el 'conseller' Jané y el director de los Mossos, Albert Batlle, han apostado como no podía ser de otra manera, sin dejar lugar a dudas, por la versión del atestado policial. Una versión que afirma en ningún caso hubo contacto físico ni el piso ni en el balcón entre el senegalés muerto y la agente, por lo que la caída habría sucedido al pretender huir o, tal vez, por a una respuesta irracional y accidental motivada por el pánico generado tras la irrupción de la policía.

En ningún caso estoy insinuando que el senegalés cayera empujado por la agente y considero reprobable que algunos hablen de asesinato u homicidio. Pero si la versión del compañero de piso que afirma que sí hubo contacto físico con tirones entre el agente y el senegalés es verificada por nuevos testigos o considerada como probable para la instrucción judicial, Jordi Jané y Albert Batlle lo tienen muy mal.

He de decir que este caso es la segundo golpe que sufre el cuerpo de los Mossos desde que Jané es consejero. Hace dos semanas sucedió otro hecho que cuestiona o desautoriza a los Mossos que del que apenas se ha hablado. ¿Recuerdan el caso del militante ultra, Diego Frías, detenido y encarcelado el pasado abril en el marco de la operación anti-yihadista, con motivo de la desarticulación del grupo yihadista de Sabadell y Terrassa? Según la versión de los Mossos, Frías había planificado con su amigo y jefe de la célula yihadista, Antonio Sáez Martínez, "Alí el peluquero", atentar contra una librería judía de Barcelona y había puesto a disposición de los yihadistas un arsenal de armas. De ahí que el militante ultraderechista ingresó en prisión con el resto de la célula. Y se abrió una polémica entre la Generalitat y el Departament d'Interior por una parte, y el ministro Jorge Fernández Díaz, por otro, cuando trasciendió que en el curso de la investigación de los Mossos, un agente de la Policía Nacional hizo avisar a los yihadistas que estaban siendo vigilados por los Mossos.

Pues bien, mientras el resto del grupo continúa en prisión, el pasado 29 de julio el ultraderechista Diego Frías fue puesto en libertad bajo fianza de 3.000 euros, si bien continúa imputado. Así pues, hay más piezas que no cuadran en esta operación hecha por los Mossos, interferida quizás por la Policía Nacional, y no estaría de más que el gabinete del 'conseller' Jané lo aclarase.

(Post publicado en el blog de Xavier Rius)

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