Añorando el autonomismo

Los portavoces de los partidos autonomistas se han sentido indignados porque el Consell de Garanties Estatutàries (CGE) ha resuelto que algunas partidas de los presupuestos destinadas al referéndum no se ajustan a la Constitución Española ni al Estatut d’Autonomia. No hace falta ser especialmente perspicaz para saber que el actual ordenamiento jurídico solo contempla la subordinación de la voluntad democrática de los catalanes a la consideración del Gobierno español. Eso ya lo sabemos todos y lo lamentamos muchos.

Pero esta situación no se da por casualidad, ni por generación espontánea, ni por designio de la providencia. Los tres partidos que presentaron el recurso al CGE –PP, PSC y Ciutadans, junto con Catalunya Sí que es Pot y con Joan Coscubiela subiéndose al carro de los lamentos en las ruedas de prensa posteriores a la resolución– tienen una mayoría más que sobrada en las dos cámaras de las Cortes españolas para poder conseguir que el referéndum sea constitucional. Por lo tanto, si el referéndum no cabe en la Constitución es simplemente porque ellos no quieren.

Al mismo tiempo, no deja de ser curioso ver el repentino interés que tienen algunas formaciones por el cumplimiento del Estatut. Pronto podremos verles protestando enérgicamente cada vez que el Estado invade una competencia autonómica y contando cada minuto que se retrasen los traspasos pendientes. De esta forma, quién sabe si olvidaremos que los azules se dedicaban a recoger firmas contra el Estatut, mientras los rojos se esmeraban en recortarlo y que los naranjas han hecho de la uniformización territorial su caballo de batalla.

Quizá no recordaremos que fueron el PP y un Defensor del Pueblo socialista los que, llevando el texto estatutario al Tribunal Constitucional, consiguieron que los dictámenes del CGE no fueran vinculantes. Y cuando veo que añorarán el autonomismo que han estado boicoteando activamente durante las últimas décadas, me viene a la cabeza la melodía de aquella canción de Passenger que dice: «'Only know you love her when you let her go'» («Solo sabes que la amas cuando la dejas marchar»).