10 motivos para ir a ver a los Stones

Mick Jagger, en un concierto de los Rolling Stones en California en el 2016

Mick Jagger, en un concierto de los Rolling Stones en California en el 2016 / periodico

JUANCHO DUMALL

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Los viejos fans de los Rolling Stones y los aficionados al rock en general se preguntan hoy si vale la pena comprar la entrada (entre 86 y 290 euros) para el concierto del día 27 de septiembre en el Estadi Olímpic de Barcelona. Los precios no son el único argumento disuasorio. Quien más quien menos ha visto ya una o más veces a la legendaria banda, que, por otra parte, no se sale del repertorio de sus grandes clásicos cuando actúa en los estadios. Sin embargo, hay poderosas razones para no perderse el espectáculo. Ahí van unas cuantas.

Primera (la más manida). Puede ser la última vez que usted los vea en directo. Sí, eso se dice desde los años 70, y ahí están, gira tras gira. Pero…

Segunda. Ver en directo la energía de Jagger (74 años cumplirá en julio) y los guitarrazos de Richards (73 hasta diciembre) con sus manos artríticas es asistir no a un concierto, sino a uno de los grandes milagros de la naturaleza.

Tercera. Los conciertos de estadio son el gran circo de nuestro tiempo. Y el de los Rolling Stones es el mayor circo del mundo.

Cuarta. El subidón está asegurado cuando suenen los riffs de, por ejemplo, 'Honky Tonk Women', 'Start Me Up' o 'Satisfaction'. No se reprima.

EXPERIMENTO SOCIOLÓGICO

Quinta. La ocasión permite hacer un particular experimento sociológico sobre las distintas generaciones que, desde los años 60, siguen a estos tipos.

sexta. El 'merchandising' y la parafernalia de los fans son otro espectáculo añadido.

Séptima. En esta gira (No filter), la banda promete un par de temas inesperados por noche. Al salir podrá presumir de haber oído a los Rollings atacar alguna rareza.

Octava. Escuchar en vivo baladas como 'Angie' es una buena ocasión para reflexionar sobre el paso del tiempo. Igual que gritar en 'Sympathy for the Devil' nos recuerda lo gamberros que fuimos.

Novena. Es un concierto al que puede ir con sus hijos… ¡o con sus padres!

Y décima. Es difícil que esa noche haya algo en Barcelona o en la parrilla de televisión que supere a la más grande banda de rock and roll que han conocido los tiempos.