La comunicación de la ciencia

Los intereses que pueden influir sobre el contenido de las publicaciones de investigaciones científicas tienen que hacerse explícitos

nualart-9-6-2018

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Pere Puigdomènech

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Los resultados de la investigación científica tienen efectos importantes en muchos aspectos de nuestra vida individual y social y por lo tanto la información que llega a los ciudadanos puede tener una incidencia importante en la forma en que toman decisiones. El nuestro es un mundo en que las tecnologías de las comunicaciones cambian mucho la forma en que comunicamos los resultados de la ciencia y hay que reflexionar cómo lo hacemos. Pero esta comunicación no se hace en una sola dirección, sino que la búsqueda se hace en un entorno social que tiene una influencia decisiva en sus actividades. Las condiciones como se desarrollan estos flujos de comunicación han sido analizadas en un documento que acaba de publicar el Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona.

La comunicación de los resultados de la investigación científica se hace a diferentes niveles. Por su misma naturaleza de empresa global, estos resultados no existen hasta que no se publican y esta publicación se hace en revistas en las que se utiliza un lenguaje que prioriza la precisión y el rigor. A menudo su comprensión necesita de una formación compleja, por ejemplo cuando se hace servir un lenguaje matemático especializado. Por lo tanto, para hacer llegar estos resultados al ciudadano no especialista es necesario hacer un trabajo de traducción de los conceptos y resultados al lenguaje usual y esto puede no ser una tarea fácil. Suele ser un trabajo por el que hay especialistas que son a veces científicos y a veces periodistas. Hay buenos ejemplos de los dos casos.

Lo que un agente social define como prioritario termina por influir sobre la investigación que se hace

Los resultados de la ciencia son también importantes para sus aplicaciones. Esto hace que ciertos resultados queden confidenciales o que se publiquen en forma protegida como es el caso de las patentes. Cuando los resultados que tienen que ver con cuestiones de interés para la industria se publican, se pueden producir conflictos de interés que se dan con cierta frecuencia.

También hay investigaciones que se llevan a cabo con la intención de aconsejar políticas determinadas. Esto va desde informes concretos que son necesarios para tomar decisiones puntuales o bien para orientar al público o las decisiones políticas. A menudo vemos informes sobre medioambiente, medicina, alimentación o energía, entre otros. En este caso puede ocurrir que las conclusiones vayan en la dirección de aquellos que han encomendado el informe. Este tipo de publicaciones sesgadas plantea problemas evidentes de tipo ético. Hay otros tipos de publicaciones que son reflexiones generales sobre los posibles efectos de nuevas tecnologías que acaban requiriendo de decisiones políticas. El caso de las técnicas de reproducción asistida o de inteligencia artificial son casos muy claros. Estos informes se basan en las informaciones disponibles en un momento dado y en concepciones del mundo determinadas que hay que hacer explícitas.

Por otra parte, actualmente la actividad científica se lleva a cabo en un marco de leyes y reglamentos que definen la forma en que se puede conducir la investigación. Son ejemplos de ello la investigación sobre individuos o muestras humanas, los experimentos con animales o que utilizan virus o bacterias patógenas, entre otros. Además, la ciencia moderna utiliza materiales e instrumentos costosos y hay que pagar personal. Para ello se necesitan fondos que proporcionan instituciones públicas o privadas. En general se trata de fondos a los que los investigadores acuden en base a convocatorias competitivas y basadas en temas específicos. Esto quiere decir que los responsables públicos o de fondos privados definen unas prioridades temáticas. Por ejemplo, pueden decidir financiar investigaciones sobre alguna enfermedad o sobre algún tema relacionado con una nueva tecnología. Esto significa que lo que un agente social define como prioritario termina por influir sobre la investigación que se hace.

Este conjunto de cuestiones crea una serie de tensiones que son discutidas en el documento del Observatorio en el que se hacen un conjunto de recomendaciones. En ellas se hace énfasis en la importancia que tiene publicar los resultados de la investigación de manera que el público esté al corriente. Y también que esta publicación se haga en ausencia de manipulaciones o falsedades. Las normas en estos casos están claras tanto en los códigos de buenas prácticas de la investigación como en los códigos deontológicos de los periodistas. Los intereses que pueden influir sobre el contenido de las publicaciones tienen que hacerse explícitos, y también hay que diferenciar informaciones y opiniones. En el mundo de publicaciones digitales en el que vivimos estas recomendaciones son de especial actualidad.

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