La seguridad ciudadana

Cómo ser un buen ladrón profesional

Si tienes cuidado con el importe de lo sustraído, quedará en un delito leve de hurto, por lo que las consecuencias no serán tan graves

Un grupo de carteristas, en el metro de Barcelona.

Un grupo de carteristas, en el metro de Barcelona. / periodico

ISABEL MARÍA LLANOS

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La interpretación enseña a ponerse en la piel del otro para comprender sus acciones. Bien, hagámoslo así y decidamos convertirnos, por un instante, en un delincuente profesional amigo de lo ajeno. Al fin y al cabo, es lo que me funciona cuando imparto clases de seguridad, hacer pensar desde el prisma del contrario. Y el enfoque es el mismo: ¿tú cuándo corres más, para perseguir o para escapar? No hay duda en la respuesta. Llevémoslo, pues, al ámbito que nos ocupa. La seguridad ciudadana y el cambio en el forma de operar que confirma el aumento en Barcelona de sustracciones y robos en lugares cerrados frente a los cometidos en áreas abiertas, esto es, en la vía pública.

Si tenemos en cuenta que, como en cualquier profesión, la diferencia entre el éxito y la rentabilidad es proporcional a la planificación y profesionalidad, pensemos como ladrones. Verano, Barcelona y queremos ganarnos la vida. ¿Cuál sería la mejor fórmula? Valorando pros y contras, seleccionar los delitos más rentables a nivel de coste/beneficios. Si comparamos las repercusiones penales que tienen estos delitos menores en relación a otros, el saldo sale muy a favor. Además, tienen que pillarte antes. ¿Y dónde hay más policía? En las calles. En la mayoría de restaurantes, bares, establecimientos comerciales, cines, museos, etc. como mucho hay una o dos personas de seguridad generalmente. Y los usuarios no están tan alerta como en las calles. Normalmente en esos lugares el estado de ánimo es paralelo a la situación de ocio y es relajado, quizá hasta en exceso. Y eso, como un buen ladrón, es lo que debes buscar: el momento de descuido perfecto para hacerte con lo más sustancioso que puedas llevarte con discreción. Así evitarás el conflicto, que se te echen encima, que avisen a la policía y, por supuesto, el juicio. Otro aspecto importante es que, si tienes cuidado con el importe de lo sustraído, además de con las formas, quedará en un delito leve de hurto, con lo cual, llegado el caso, tampoco tendrás grandes consecuencias. 

CUESTIÓN DE ELEGIR

¡Genial! Ya sabes qué y cómo, ahora dónde. Bien, sigamos la idea. Relax, ocio, diversión…, la costa o las grandes urbes plagadas de turistas, embobados por tiendas y museos, oferta gastronómica, cansancio y calor. ¿Para qué irte fuera si tienes el trabajo a la puerta de casa? Solo tienes que bajar a la calle y elegir. ¿Turistas de carteras plenas y compras con buena salida en el mercado paralelo? El paseo de Gràcia, Eixample… ¿Móviles, cámaras? Sagrada Família, Montjuic… ¿Qué eres un poco menos ambicioso y con una cartera o un móvil te apañas? Pues Born, Gótic y, depende cómo, hasta Raval. Eso sí, huye de la Rambla, que ya sabes el porcentaje de policías que hay por metro cuadrado y que, además, los turistas van agarrados a sus bolsos como lapas, que lo han leído en las guías de viajes e internet

Dicen que para ganar hay que conocer las reglas del juego. Lo sabemos bien quienes estamos al lado de la ley, pero hay que salir a jugar sabiendo que el otro lleva cartas marcadas, y eso obliga a mejorar las estrategias contra el tramposo