Hacer frente al Estado Islámico requiere una estrategia única

RAFAEL VILASANJUAN

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Molenbeek, ese nombre de vocales repetidas que hasta hace poco casi nadie conocía no es solo un barrio de Bruselas. Es también el corazón de una Europa que ahora mismo se pregunta qué esta pasando y sobre todo cómo parar esta sangría terrorista que desde enero del 2015 con el atentado a la revista' Charlie Hebdo', no ha dejado de enviar señales de sangre, esta última en Bruselas.

Bélgica responde sumándose a los ataques al Estado Islámico. La conexión de todos estos cachorros suicidas europeos, invita a pensar que bombardeando el territorio que controla el EI tenemos la respuesta para que el temor remita y la amenaza retroceda. Pero si Francia ya hizo esto y nada cambió ¿Qué hace pensar que un nuevo bombardeo va a provocar un cambio ahora?

Bombardear al Estado Islámico, la retaguardia que alienta estos atentados, es en el mejor de los casos otro error de inteligencia como el que ha permitido que los terroristas suicidas vivieran tranquilamente en Molenbeek sin que nadie les importunara, a pesar de conocer su pasado y su potencial futuro.

Si la pregunta es cómo acabar con esto, bombardear es la respuesta errónea por varias razones. La primera es que con cada ataque la capacidad de activar nuevas células crece. La segunda, menos cuestionable aú

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n, es que el EI controla un espacio nada desdeñable de terreno entre Siria e Irak, pero quienes acaban pagando las peores consecuencias del arsenal lanzado desde el aire son civiles, algunos tan contrarios al Estado Islámico como cualquiera de nosotros, aunque eso sí condenados a vivir bajo un doble infierno, el de quien les gobierna y el de las bombas que arrecian del cielo.

ORGANIZAR CÉLULAS

Pero hay otra razón aún mas contundente. Occidente lleva mas de un año bombardeando al EI y aunque se ha frenado el avance en Oriente Medio, su influencia crece y su poder se expande ahora en Libia, mientras la maquinaria para organizar células en Europa ha aumentado.

¿Cómo parar esto? El terrorismo es una violencia sin campo de batalla ni línea de frente. El enemigo está en el interior y para eso no valen bombas. A nivel de estados iría bien algo mas de coordinación de la que hemos visto. Hay que preparase, porque todo hace pensar que los ataques terroristas van a continuar.

El temor está dando alas a los movimientos xenófobos y de ultraderecha, pero a nivel europeo la amenaza terrorista es una oportunidad única para demostrar que dar mas soberanía a la Unión en vez de mantener policías, inteligencia y seguridad en cada uno de los estados es parte de la solución más que del problema.

El terrorismo es un medio y por lo tanto habrá que batallar también contra quienes lo impulsan. Para eso hay que ir mas allá de las bombas. Hacer frente al Estado Islámico no es imposible, requiere eso sí una estrategia única para aislarlo.

En Europa estamos tan acostumbrados a pensar que la paz es el estado natural de las sociedades, que hemos sido incapaces de poner nuestra defensa en común. Si queremos vencer a los radicales es ineludible.