IDEAS

La niña de sus ojos

Mattwe Weiner.

Mattwe Weiner. / periodico

Ramón de España

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¿Se puede escribir una buena historia partiendo de unos personajes que no tienen mucho interés? Yo diría que sí -pensemos en el Maupassant de 'Una vida', novela que recogía la existencia de una buena mujer de principio a fin, sin nada especialmente destacable en ella, aparte de un hijo insoportable-, pero que es más difícil que crear algo interesante a partir de unos personajes potentes y carismáticos: una vez los tienes bien perfilados, ellos te ayudan a avanzar en tu libro, en tu obra de teatro o en tu película. Los protagonistas de 'Absolutamente Heather', la primera novela de Matthew Weiner, creador de la serie de televisión 'Mad men', que acaba de publicar entre nosotros Seix Barral, son dos seres planos y desvaídos sobre los que cuesta edificar una ficción estimulante. Weiner lo ha conseguido.

Mattew Weiner ha escrito una novela breve pero contundente sobre la insania oculta en hogares aparentemente normales

Mark y Karen Breakstone son un matrimonio como muchos otros. Se supone que se quieren. Se supone que él disfruta de su trabajo como asesor de inversiones y que ella, tras algunos empleos de medio pelo en el negocio editorial, está feliz y conformada en su condición de ama de casa. La única obsesión de Mark es el estatus: ganar cada día más dinero y vivir en un apartamento con vistas al Central Park neoyorquino. Karen se repite a diario lo feliz que es y lo mucho que quiere a su marido, pero le falta algo. También a Mark, cuyo trabajo, en el fondo, le parece propio de un parásito incapaz de construir nada tangible. Por eso, cuando nace su hija Heather, los Breakstone se vuelcan con ella, convirtiéndola en el único motivo de su existencia en común. La mediocridad deriva hacia la chaladura y ambos progenitores acaban pugnando por ver quién pasa más tiempo con la niña y por demostrar constantemente cuál de las dos la quiere más. A Karen le entra la neura de que su hija es muy especial, interpretando cosas que dice a los cuatro o cinco años como perlas de sabiduría propias de alguien enviado a la tierra para redimirla.

La aparición de Bobby, un chaval que no está muy bien de la cabeza, acabará precipitando un final que no les voy a contar, pero que constituye un espléndido colofón para esta novela breve, pero contundente, sobre la insania que se oculta en hogares aparentemente normales.

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