IDEAS

Atrapados en el tiempo

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Jordi Puntí

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La explosión de plataformas para ver teleseries ha atomizado la oferta hasta convertirla en una selva donde no es fácil elegir el camino. Incluso Facebook se ha apuntado al fenómeno y ha empezado a emitir 'Sorry for your loss', un drama protagonizado por la siempre brillante Elizabeth Olsen. Este nuevo mercado trae más oportunidades para los creadores, pero también más dispersión del talento. También significa que en Estados Unidos, al menos, las cadenas tradicionales sufren para fidelizar sus audiencias. La vieja dosis de un capítulo semanal, que durante décadas nos saciaba, ahora nos parece una miseria. Así, como siempre que tiene problemas, la industria de Hollywood ha reaccionado buscando en sus archivos para reflotar viejos éxitos. Lo hemos visto con series de acción como 'Hawai 5-0' y 'Expediente X', a las que pronto se añadirán 'Magnum' y una intrigante nueva versión de 'The twilight zone'.

Otra línea es la que recupera series de comedia, incluso con los mismos actores y decorados. Se habla de un más que posible retorno de clásicos como 'Frasier' y 'Loco por ti', y el año pasado ya revivió 'Will & Grace', que había terminado en 2006 después de ocho temporadas. Doce años más tarde, tanto los actores como las tramas de Max Mutchnik y David Kohan para 'Will & Grace' han mantenido su alto nivel de antes, sobre todo porque saben reírse de sí mismos sin llegar a lo grotesco. El narcisismo que impulsan las redes sociales les da nuevas historias, al tiempo que la elección de Donald Trump y el aumento de la homofobia reavivan la importancia de la temática homosexual, siempre desde el humor.

Estos días se ha sabido que la nueva temporada de 'Will & Grace' incluirá como personaje secundario a David Schwimmer —el Ross de la serie 'Friends'—, algo que los fans interpretan como un aviso para el posible retorno precisamente de 'Friends'. Las opciones, en este caso, serían tan atractivas como distópicas, porque aquellos seis amigos de 50 años, seguirían viviendo juntos en el Nueva York de la gentrificación? ¿Y dónde, en Brooklyn o en Queens? Y el café donde se encontraban, con ese sofá, ¿sería todavía un café o un salón de manicura chino?