Colau: entre el referéndum y la pared

El independentismo da a elegir a los 'comuns' entre dos calamidades: o se postran ante su 'hoja de ruta' unilateral o se alinean con el 'no es no' de Rajoy

Cumbre 8 Munté, Colau, Puigdemont, Forcadell y Junqueras, en el encuentro prorreferéndum del día 23.

Cumbre 8 Munté, Colau, Puigdemont, Forcadell y Junqueras, en el encuentro prorreferéndum del día 23.

ENRIC HERNÀNDEZ

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Al encarar la recta final, el desfiladero del 'procés' soberanista se angosta y parte de la expedición ceja en el intento. Ada Colau y los 'comuns' sabían en diciembre, al adherirse al Pacte Nacional pel Referèndum, que se trataba de un sendero sin salida, condenado a topar con el muro del Estado y concebido solo para legitimar la pulsión unilateralista de Junts pel Sí y la CUP. Aun así, puesto que el independentismo empuñaba de nuevo la bandera de la consulta acordada que hasta entonces solo los 'comuns' izaban, estos aceptaron recorrer este breve trecho. Por ellos no quedaría.

La alcaldesa de Barcelona y el líder de Catalunya en Comú, Xavier Domènech, están decididos a plantarse ante el último órdago del frente independentista, que les conmina a elegir entre dos calamidades: postrarse ante su 'hoja de ruta' rupturista --fecha, pregunta, 'desconexión exprés', referéndum unilateral...-- o alinearse con el 'no es no' de Mariano Rajoy, apuntalado por PSOE y Ciudadanos

Los 'comuns', al igual que Podemos, vindican un referéndum "efectivo" --esto es, vinculante para todos-- que la Generalitat no está en condiciones de organizar. Puede fabricar censos, comprar urnas y papeletas, sacar mucha gente a la calle, movilizar a funcionarios adictos y habilitar colegios, como hizo el 9-N. Pero, incluso de vencer todos los escollos, el fruto solo sería otro 9-N: un recuento de votos testimonial, insuficiente para satisfacer sus fines. Ni los catalanes que den la espalda a la convocatoria, ni el Estado, ni las instituciones comunitarias otorgarán validez a una votación de parte.

De sucumbir ante las presiones, Colau se vería abocada a ceder instalaciones públicas para la consulta y poner en riesgo a funcionarios municipales. Algo que ningún gobernante en sus cabales, como apuntó Artur Mas, debería hacer jamás.

EN DEFENSA DEL AUTOGOBIERNO

Ahora bien, si el Estado extrema su respuesta al pulso independentista, los 'comuns' tampoco podrán quedarse de brazos cruzados: se movilizarán contra toda agresión al autogobierno catalán. Los 'comuns', como muchos catalanes, se han quedado entre el referéndum y la pared.