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La CNMV y fondos de inversión con poco fondo

La Comisión debería velar para que los fondos fuesen realmente rentables

JESÚS RIVASÉS

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Los árboles del bloqueo político, con el drama del PSOE en carne viva, ocultan todo lo demás. Por ejemplo, la nueva legislatura, en la que será investido Mariano Rajoy con pocas o muchas abstenciones socialistas, comenzó de verdad el pasado 6 de octubre. Ese día, Juan Manuel Santos sustituyó, por ahora, a Elvira Rodríguez al frente de la presidencia de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Puede parecer un asunto secundario, pero no lo es. El Gobierno en funciones pretendía renovar en el puesto, provisionalmente, a Elvira Rodríguez después de que expirara su mandato, porque la CNMV, técnica y legalmente, no podía quedar descabezada.

El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, llevó al Congreso la propuesta de la continuidad, al menos temporal, de Elvira Rodríguez. El intento fracasó ya que todos los grupos parlamentarios, excepto el PP, se opusieron, incluido Ciudadanos. El asunto se solventó con el nombramiento de presidente en funciones del consejero más antiguo de la CNMV, Juan Manuel Santos Suárez.

La punta de lanza del rechazo a Elvira Rodríguez ha sido el partido de Albert Rivera, algo que no debería sorprender. En octubre de 2012, cuando fue nombrada presidenta de la CNMV, tres economistas, Jesús Fernández VillaverdeLuis Garicano -ahora el cerebro económico de Ciudadanos- y Tano Santos publicaron en el blog "Nada es gratis" una educada pero feroz crítica al nombramiento del Elvira Rodríguez. Alegaban que la presidenta procedía de la política y comprometía la independencia de la institución, que carecía de experiencia en el sector y que su elección dañaba la imagen exterior de España no ser independiente. El veto a Elvira Rodríguez para continuar en la CNMV ha sido, sin duda, el primer gran hito de la nueva legislatura y anuncia cómo puede ser para un Gobierno minoritario de Rajoy, que tendrá que pactar hasta los detalles más nimios. Ni bueno ni malo, simplemente es así.

Casi la mismo tiempo, la CNMV ha advertido a los fondos de inversión españoles. Se queja de que el negocio institucional se lo llevan los fondos internacionales, porque los nacionales se dedican a captar clientes particulares -el 82% de todos los partícipes-, menos exigentes y a los que es más fácil cobrar comisiones semiocultas. Los fondos de inversión españoles tienen 8 millones de partícipes y 223.000 millones de patrimonio. Pues bien, el 41% de ellos está en pérdidas este año y solo el 2% del patrimonio gestionado obtiene rendimientos acumulados por encima del 5%. Hay excepciones -algunas muy meritorias- pero las gestoras, mayoritariamente controladas por los bancos mantienen cautivos a unos clientes a los que cobran muchas comisiones y dan pocos rendimientos. Es otra historia, pero la CNMV, la presida quien la presiden, quizá tenga que ir más allá de una advertencia para que los fondos de verdad tengan fondo y rendimiento. Y todo en una legislatura sin precedentes.

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