El club de la comedia del PP

Octubre del 2007. Mitin en Valencia a cargo de Mariano Rajoy, que se presenta a las elecciones generales. «De mí se opinan cosas que no voy a entrar a discutir. Sin embargo, creo que nadie podrá decir que falté a la palabra dada», afirma. Y me imagino a Gallardón pensando: «Yo quiero ser ministro de Justicia con este hombre, pero ya». Pero por si acaso no había quedado claro, Rajoy añadió: «Creo que la gente sabe que se puede confiar en mí, que soy fiable y previsible». Y me imagino a Gallardón pensando: «Yo quiero ser ministro de Justicia con este hombre, pero ya». Pero por si acaso a alguien se le estuviera pasando por la cabeza que todo eso era demagogia o populismo, Rajoy precisó: «No quiero para España ni demagogia ni populismo. No creo en los tópicos de cartón piedra ni en los discursos vacíos. Quiero verdad». Y me imagino a Gallardón pensando: «Yo quiero ser ministro de Justicia con este hombre, pero ya».

Noviembre del 2011. Mensaje a la nación de Rajoy, que acaba de ganar las elecciones. «Confío en la seriedad y la constancia, principios que me han acompañado a lo largo de mi vida. Les invito a todos ustedes a compartir esa confianza. Nada más. Muchas gracias y buenas noches», dice. Lo clavó, era de noche. Y me imagino a Gallardón confiando rápidamente en esa seriedad y constancia, y pensando: «Yo quiero ser ministro de Justicia con este hombre, pero ya». Y ya mismo fue nombrado ministro de Justicia. Y supongo que rápidamente se dio cuenta de que la seriedad y la constancia eran constantes. Lógico. Te recuerdo que, en el 2007, Rajoy ya había avanzado que era hombre de palabra. No hay más que ver lo que el año pasado aseguró este hombre sobre el IVA: «Yo prefiero no subir el IVA en el 2013, pero también digo que si en el 2013 hay que subir el IVA, lo haré, y haré cualquier cosa que tenga que hacer aunque haya dicho que no la voy a hacer».

Ministros por votos

Septiembre del 2014. Gallardón dimite al frente del Ministerio de Justicia y deja la política. Y todo eso porque el ya exministro quería reformar la ley del aborto y Rajoy no le ha dejado pese a que, en su programa, había prometido reformarla. Lógico. Te recuerdo que en el 2007 ya había avanzado que no creía en «los discursos vacíos». Es que, al parecer, Rajoy está seguro de que la reforma del aborto vaciará de votos al PP. Y, hala, a cambiar ministros por votos, promesas por votos y lo que sea necesario para seguir vivos en el poder. «Si no le gustan mis principios, tengo otros», como soltó Groucho Marx. Lógico. ¿O ya no te acuerdas de eso otro que avanzó en el 2007? Me refiero a lo de «quiero verdad». Y, la verdad, me huelo que al presidente le importa un bledo lo que piensen las mujeres, incluidas las que piensan como él. Y él piensa, creo yo, como Gallardón, pero todo es comedia. Es el club de la comedia electoral del PP.